jueves, 7 de mayo de 2009

Empatía.












Tomé la decisión de que este blog sirviera como una recopilación de mis ideas, apuntes, poesías, músicas, amigos, sensaciones, anécdotas, recuerdos... Por ello, si os habéis conectado, habréis encontrado a un amigo que deseaba compartir con vosotros su mundo interior, tan difícil de comunicar en la vida normal. Lo importante no era detallar cada apunte, ni publicar escritos enrevesados, ni exponer teorías originales, ni contar o recontar sílabas. Lo que pretendía era que, al salir de mi blog, os lleváseis una impresión personal favorable, algo sobre lo que pudiéseis construir una relación a distancia conmigo y que me recordéis alguna vez como alguien con quien merecía la pena comunicarse. Ahora ha llegado el momento de hacer una pausa. Quiero centrar mi esfuerzo en tratar de escribir una poesía profunda, meditada, sin prisas, con el objetivo de acercarme más, en lo posible, al interior de mi alma. Quiero dedicar también mi tiempo a releer a mis poetas clásicos, tan escondidos ahora en el ruido de la tecnología y la velocidad. Seguiré acercándome, con vuestro permiso, a vosotros, poetas contemporáneos, para descubrir vuestra inquietudes y aprender las nuevas formas de comunicación poética que con vuestra generosidad dais a conocer. Quizás después de esta pausa de reflexión vuelva a escribir para este mi querido blog. Espero que, por el momento, haya servido como testimonio de mi amor a la poesía y lo dejo abierto, con la ilusión de que, ahora sin prisas, os deis una vuelta por él y me escribáis vuestros comentarios para hacerme saber que aún vivo para vosotros.


De despedida, os dejo cinco sonetos que me gustaría fuesen leídos por vosotros con generosidad.