domingo, 29 de abril de 2012

Desde mi ciudad análoga.



A mi querido hermano Francisco Javier, que viajó hacia su ciudad análoga el pasado dos de abril de 2012,
en recuerdo de nuestras últimas y maravillosas conversaciones sobre su tesis doctoral de arquitecto.

Desde mi ciudad análoga.

Si pienso que mi vida es una historia
de objetos, cosas vistas con afecto,
que sirven a mi ser, a mi memoria
como base eficaz de mi proyecto,
de asociaciones y correspondencias,
arquitecturas y transposiciones
que van elaborando mis esencias
con analógicas comparaciones,
creando suficientes resonancias
dentro de mi mente investigadora,
habré quizás hallado las sustancias
que permitan la paz que perdí otrora,
e iré creando mi ciudad análoga
mi propósito personal de vida,
como escribiendo una sencilla égloga
sin palabras y sin alternativa,
describiendo las cosas deseadas,
compartiendo las autobiografías,
con las personas más disparatadas
de mi comunidad de geografías.
Y así llegar al enrarecimiento
que los ancestros griegos plantearan,
listo mi corazón para el momento
de compartir la paz que dibujaran.