sábado, 23 de junio de 2012

El templo de Kamakura.

Buda de Kamakura



La oración de los santos, la espada del guerrero,
la penumbra del bosque, el canto del jilguero,
la madera labrada que rezuma humedad,
los dragones pintados que no tienen edad,

la Puerta de los Templos, lavatorios enanos
donde los peregrinos purifican sus manos,
el verde de los cobres, la piedra blanca y muda,
la imagen esculpida de la madre del Buda,

la Sala del Estudio, el andar presuroso
de los monjes descalzos, el jacinto oloroso,
los torrentes de lluvia por canales de piedra,
los puentes de madera recubiertos de hiedra,

la Sala de los Rezos, el silencio acordado,
las tablillas de votos en el templo dorado,
la puerta corredera, el balcón sin cerrar,
el olor a salitre de la brisa del mar,
el cementerio humilde, sin lápidas ni cruces,
el lejano y confuso parpadeo de luces
que en la distancia anuncian la noche que se acerca,
las carpas de colores que nadan en la alberca,
mujeres japonesas, bellas y silenciosas
que bajan hacia el valle por senderos de losas
conservando en el fondo de sus ojos rasgados
la imagen misteriosa de los templos sagrados;
mientras, la noche llega y extiende su negrura
sobre el paisaje verde y el mar de Kamakura. 



Pareado que dedico a mi amigo y poeta Jaunjo Almeda, como le prometí en su intervención en Libertad 8 el pasado día 22 de junio de 2012.

8 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Querido Fernando, nos trasladas irremediablemente a ese Templo y asistimos en silencio a todo cuanto nos versas.

Tus observaciones fotografían en detalle y las plasmas en palabra que tejen versos delicados y poderosos.
Bellísimo.

La de recuerdos que me trae Libertad 8...

Abrazos

Fernando dijo...

Verónica: la próxima vez que vayas a ;Libertad 8 me avisas. Un beso.

Marcos Callau dijo...

Buenas tardes Fernando. Vengo a disfrutar un ratito por tu rincón. Un pareado muy evocador. Abrazos.

Fernando dijo...

Hola, Marcos: lo he escrito pasra inducir a Juanjo Almeda para que escriba uno. Nadie escribe pareados. Los consideran muy pobres. Un abrazo.

Juanjo Almeda dijo...

Hola, querido amigo y poeta:
He encendido el ordenador no hace mucho, después de todo este fin de semana, y vengo y me encuentro tu poema.
Vengo de informarme un poco sobre esta ciudad japonesa (Tokyo) que no conocía.
Puedo deducir que has estado allí, no?
Sé que en Kamakura existen unos cincuenta templos como el que describes en tu poema. También he podido saber que el templo donde se encuentra el buda de la imagen fue víctima de un tsunami en el siglo XV quedando en pie solo esta estatua que pesa casi cien toneladas.
A través de tus buenos pareados he podido conocer ese lugar.
Muchas gracias por la dedicatoria y por tu poema. A ver si me atrevo con estos versos llamados pareados.
Un abrazo fuerte.

Fernando dijo...

Juanjo, amigo, poeta: ¿ya de vuelta?. Felicidades por tu magnífico recital en Libertad 8. Estuviste hecho un gran personaje. Ha<ta recibiste varios olés. Creo que estás recorriendo un magnífico camino. estoy convencido de que llegarás a lago grande. Lástima no poder vivir tanto tiempo para darte un abrazo entonces. Por si acaso, te lo doy ahora mismo. Un fuerte abrazo.

Marisa dijo...

Fernando en tus versos las pabras respiran, tu con esa sensibilidad
que tienes le haces cobrar vida a todo cuanto escribes.

Juanjo seguro que escribirá pareados.

Un gran abrazo para los dos.

Fernando dijo...

risa:, amiga: lo importante de Juanjo es su calidad personal de poeta. Su poesía es inmensa, y da igual de qué modo la escriba, porque su poesía se respira. Un fuerte abrazo.