Una lágrima enturbia
el iris de mis ojos,
un olor de anestesia me envuelve
mientras avanzo
entre camillas aparcadas
y convalecientes que deambulan
cosidos a tubos de plástico;
sangre,
orines,
zapatillas de fieltro,
batas verdes
que cruzan fugaces.
Sigo caminando
por pasillos asépticos,
entre rosas rojas,
y llego a un número cierto,
ya identificado.
Abro una puerta imaginada;
te miro
a través del iris turbio por las lágrimas
y te grabo para siempre
en mi memoria
hasta nuestro reencuentro.
15 comentarios:
Querido Fernando es tan bella
tu poesía como emotiva,
espero que tu visita al hospital no sea por un familiar.
Todos recordamos en tus palabras alguno de esos momentos.
Un abrazo muy grande.
...Y que ha de llegar, sin lastres, sin pesares, sin tristezas...
Mis cordiales saludos
Adelfa, muy triste, ¿verdad? Un abrazo.
Marisa, amiga: No,no pasa nada,gracias, es un poema que recoge algunos sentimientos pasados. Un abrazo.
Un poema que nace desde las mismas entrañas de la impresión y el sentimiento humanos; un poema que nos guía hasta el mismo centro de la fragilidad humana en donde la enfermedad es el aviso dramático de que la muerte nos ronda, y, el poeta, tú amigo Fernando, recoge esos momentos para perpetuarlos en su mente y desde ella en un poema impecable.
Recibe mi abrazo.
Otro abrazo para tí, amigo Gustavo. ¿Sigues recordando París? Celebro que lo hayas pasado muy bien. Me has hecho rememorar unos años muy bonitos de mi vida allí.
Realmente emotiva, poesía que llega al tuétano mismo del dolor y, también, de la esperanza.
Amando, amigo, poeta: gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.
Excelente poema. Me gusta bastante...
Es muy doloroso tener que grabar en la memoria la imagen de alguien que sabes no verás en mucho tiempo; quizá nunca. Quién sabe...
Un abrazo
Mientras uno viva estaremos los dos juntos. Un abrazo muy fuerte, poeta.
Recientemente he estado en un hospital acompañando a un familiar cercano. A medida que leía tu poema me he ido identificando con él y se han agolpado en mi mente multitud de imágenes dolorosas.
Un abrazo, amigo
Antorelo: siento mucho lo de tu familiar. No hubiera deseado recordarte esos tristes momentos. Lo mío es poesía, sin otra finalidad. Espero que todo vaya mejorando.Un fuerte abrazo
la memoria es el lugar del reencuentro
la visualidad de tu poema es impactante
abrazo*
Hola, Silvia: son momentos que nunca se pueden olvidar. Son aquellas cosas que se ven cuando el problema es tremendo y acompasñan con su mediocre existencia a los momentos cumbres de nuestra vida. Un fuerte abrazo.
Grandes e inspiradoras palabras.
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