Nacimiento del alma.
Mi alma ha nacido, leve y esplendente,
por un soplo sutil, casi un vahído,
como un impulso extraño diluido
en el creador esfuerzo de la mente,
como un vínculo puro, trascendente
al cuerpo tropezado y absorbido,
como un hálito vital concebido
por una circunstancia inteligente.
Un misterioso rayo de luz viva,
apenas un destello, que despierta
en mi incipiente encarnación humana
una inquietud febril, la perspectiva
de expresar, con una palabra cierta,
la esencia que mi propio cuerpo emana.
Mi alma ha nacido, leve y esplendente,
por un soplo sutil, casi un vahído,
como un impulso extraño diluido
en el creador esfuerzo de la mente,
como un vínculo puro, trascendente
al cuerpo tropezado y absorbido,
como un hálito vital concebido
por una circunstancia inteligente.
Un misterioso rayo de luz viva,
apenas un destello, que despierta
en mi incipiente encarnación humana
una inquietud febril, la perspectiva
de expresar, con una palabra cierta,
la esencia que mi propio cuerpo emana.
2 comentarios:
"Solo un soplo fugaz
e imperceptible
camino de lo eterno".
Un gran abrazo Fernando.
Gracias por tu comentario, querida Marisa. Un saludo muy cordial.
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