Confesiones.
Amo la poesía y lo proclamo,
no con voz solemne o
pretenciosa,
sino a través de la armonía
de mi vida,
de mi trabajo callado y
laborioso,
en el silencio de mi
lectura nocturna,
estudiando las raíces
hispanas
de los maestros que nos
precedieron
en la palabra poética española.
Amo todas las poesías y
canciones,
y paladeo sus letras,
las siento en mis entrañas,
en lo profundo de mi ser,
y sólo de vez en cuando leo
en voz alta las mías,
soñando quizás en alguna
brisa inesperada y generosa
que las difunda por los sotos y alcores,
por los caminos literarios
y los cónclaves cerrados,
por las tertulias
literarias
y alcance a esparcir la intuición y el trabajo
de un amante de la poesía.
En mis poemas no existe el
limite del tiempo, no hay fronteras,
consonantes o asonantes,
idiomáticas o políticas,
sólo el intento de una fuga
de la mediocridad,
y una defensa de la
libertad y las esencias humanas,
una asunción de la realidad
y un encuentro con la verdad,
una firme voluntad de crear
y un deseo de permanecer,
una desesperada búsqueda de
la razón,
y un inagotable esfuerzo de
amar,
que se confunden en el magma inexorable de la vida.
12 comentarios:
Querido Fernando, la poesía
es un campo abierto a la vida,
inagotable fuente sin fronteras.
Tu la llevas dentro, la respiras
y nos la ofreces admirablemente
bella.
Un abrazo inmenso maestro.
Gracias, Marisa, por tu comentario. Un fuerte abrazo.
Fernando, tú vives y sientes la poesía. Hay mucho escritor de versos vacíos,a los que le falta lo principal: el sentimiento. Un placer leerte.
Un abrazo
Muchas gracias, Antorelo.Como sabes, los que amamos la poesía agradecemos mucho que leáis nuestros poemas, que nacen en el momento en que son leídos. Claro que sí, el sentimiento es necesario. Detesto la manipulación con que se escribe ahora la poesía. Un fuerte abrazo.
Me gusta tu sentir, tus maneras, tu forma delicada de ver el mundo, tu no decaer porque no sea el mejor momento para la lírica, tu poesía que es claridad, amor, pasión, verdad y vivir.
Un abrazo.
Un comentario verdaderamente generoso el que me haces. respecto a la lírica, mira, ahí está Juan Ramón Jiménez, siempre presente. Recuerdo que un día, hablando de los poetas de su generación que andaban de libro en libro y de charla en charla, dicen que les llamó "mariconcillos de playa". Su poesía era insuperable así como su mal genio. Yo amo la lírica, pero no tengo su poesía ni su mal genio. Un fuerte abrazo.
Un poema precioso, como todos los suyos.Muy bien escrito y que se lee fenomenal.
A mí tampoco me gusta la artificialidad excesiva en la poesía,esa en la que te pierdes por no saber descifrar lo que pone, pero sí es verdad que mis primeros poemas, no me atrevería yo a ponerlos en mi blog, por ejemplo, porque aunque está mi sentimiento,ahora les veo muchos defectos de forma. Lo que quiero decir es que también me gusta trabajar un poquito y decir las mismas cosas, los mismos sentimientos, de la forma más bella posible y son las metáforas más hermosas. Por eso somos poetas...porque lo hacemos así...si no, todo el mundo sería poeta, porque escribir, casi todo el mundo escribe, ya que todo el mundo...siente. Como siempre, le dejo mi más cordial saludo y mis mejores deseos de que sigan bien.
Querida Francisca: gracias por tu comentario. A eso tnemos que dedicarnos los poetas, a escribir poesía con palabras profundas pero entendibles. La comunicación poética abierta y clara cuesta mucho esfuerzo, pero es asumible y necesaria. Vayamos mejorando poco a poco nuestra palabra. Un abrazo. Fernando.
Una bárbara confesión. La poesía es y vive, ante todo, dentro de la experiencia única de su autor.
Un beso, Fernando.
Laura
laura: querida amiga. Muchas gracias por tu comentario. Tengo la esperanza de verte algún día, si las circunstancias de la vida nos lo permite, Un fuerte abrazo.
Me identifico y aplaudo cada uno de tus versos... es asi, sencilla, y naciendo del alma, como la concibo.
Mis cordiaels saludos
Adelfa, amiga, poeta: gracias por tu comentario. me alegro de que coincidamos en lo esencial para ser poetas. Un saludo muy cordial.
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