viernes, 19 de septiembre de 2014

Amor a la tierra vasca.





Amor a la tierra vasca.


Tienes en tu historia antigua,
en la base de tu tierra fecunda,
una firme y suave fortaleza.

Se puede ver muy lejos en el fondo,
un leve temblor de praderas de hierba
mecidas por el viento y la lluvia.

Entre los robles y los hayedos
y las piedras de tu caserío,
yo te reconozco, madre vasca.

Palomas, palomas blancas y grises,
en ingrávido vuelo, tus cabellos.

A veces el mar se encrespa y rompe
en tu frente, como en Guetaria,
o muere vencido,
entregado en tus sienes,
blancas como las arenas del norte.

Aurtxo, escóndete en la hierba,
refugio de senos maternales,
olor a tierra húmeda,
y cuando a brazadas caiga la hierba
en el pecho de tu madre.
mama su néctar
para el encuentro vital con tus ancestros.

Valles, ríos, colinas, praderas,
inocencia del entorno,
lienzo de paraísos escondidos
en la quietud divina,
sólo aquí, en tu sustancia vasca
en tu raíz de roble
se produce el encuentro
de tu fértil  y cálida esencia.

Mi alma baja de noche por el cauce del Bidasoa
a diluirse en el mar, trazando rutas viajeras,
señalando caminos,
y regresa, 
rompiendo el alba,
para recuperar el sabor de tus playas,
el sonido de tu música viva,
el olor de tus praderas.

Sabe que quiero vivir contigo y en ti,
si tengo que segar, siego,
si he de cantar, canto,
si necesitas mi trabajo en tu tierra
calzo unas albarcas y unzo las yuntas,
si debo escuchar, oigo el crujido de tus robles,
y si acabar, 
sabe que siempre en tus montes,
amando hasta tu último caserío,
empapado de tu naturaleza.

5 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Se te echaba de menos, Fernando. Gracias por volver. Hermoso homenaje a la tierra vasca. Abrazos.

Verónica Calvo dijo...

Me has llevado a sus praderas, al caserío entre la niebla de la mañana, al aroma de la tierra vasca.
Precioso, lleno de sentimiento.
El final es una entrega llena de fuerza.

Querido Fernando, qué alegría inmensa volver a leerte en la red.

Un abrazo enorme

Raleigh dijo...

Me encanta que hayas vuelto a tu blog.Y más aún con un poema tan precioso:me parece estar oliendo a hierba mojada y respirando la niebla baja de la mañana en los robledales.

Fernando dijo...

Gracias por tu comentario,Raleigh, ¿eres lector de poesía española? Me has hecho hace tiempo muy precisos comentarios y hoy me renuevas tu afecto, Gracias or seguirme en mi vuelta al Blog.

Fernando dijo...

Marcos, amigo, tú y yo hemoe compartido muy buenos momentos poéticos. Sin embargo, no hemos tenido la opotunidad estos años de conocernos personalmente, aunque en alguna ocasión hemos colaborado juntos. Te envío en esta vuelta a mi trabajo de siempre un abrazo muy profundo.