Si sueño
mientras duermo.
Si sueño
mientras duermo y no despierto,
y mi mano
no puede acariciarte,
ni estoy
en condiciones de mirarte,
procura
que el balcón siempre esté abierto,
que interpreten
los mirlos un concierto,
y entre la
luz del sol a serenarte,
porque no
estaré aquí para abrazarte,
mi barco
habrá partido hacia otro puerto.
Y nada
puede hacerse, vida mía,
todo está
concebido y realizado
por los
dioses del tiempo y mi sustancia,
aunque tú
y yo cambiemos este día
por un
acto de amor idealizado,
sólo
queda el silencio y la distancia.
8 comentarios:
Fernando, la ausencia siempre nos hace aflorar esos sentimientos de impotencia, guardados en lo mas profundo de nuestro ser, y jamás podremos trocar ese día destinado porque es esencia innata.
Tristes y profundos versos.
Un abrazo.
Amigo Fernando, llevo bastante tiempo retirado del mundo bloguero. Me alegra leer este hermoso poema que hoy nos regalas. Tú poesía sentida nunca defrauda. Un abrazo
Y, finalmente, así será... nuestro barco partirá.
Hermoso tu soneto,
Abrazos.
Un fuerte abrazo, Rafael Humberto. Gracias por tu comentario.
Antorelo, amigo. gracias por leerme. Un saludo muy cordial.
El ave peregrina: muchas gracias por acercarte a mi soledad. Con todo mi afecto.
Amigo, Poeta Fernando:
Nos regalas un soneto que tiene, aunque arrugue el alma, la huella diáfana y siempre precisa del Poeta que, por ejercicio y sabiduría, lo es!
Hay en tu soneto el canto lastimero al ser amado, siempre necesario en el viaje por la vida, depositario de tus más finos y honorables sentimientos. Son versos tejidos desde el fondo mismo del sentimiento mezcla de amor y de nostalgia.
Mi estimado Fernando, amigo mío, te envío un abrazo sincero y un saludo a tu querida Peque a quien siempre recordamos.
Amigo y poeta Gustavo: gracias por haber leído mi poema. Estoy seguro de que lo conocías, pero hay veces que deseo publicarlo y leerlo una vez más. La poesía debe permanecer porque no es ningún noticiero. Es una forma de conectarnos con los poetas amigos. Nos entebndemos y seguiremos leyéndonos. Un fuerte abrazo para tu esposa y para ti, querido poeta.
Publicar un comentario