El faro de Irta.
Sobre la espuma de las olas
trazas
un camino de luz tan
persistente,
una señal tan pura y
permanente,
que la llegada de mi barco
emplazas.
En la distancia siento que
me abrazas
y no puedo explicar lo que
se siente
al ver tu azul destello
intermitente
rasar el mar y señalar las
plazas.
Cuanta más niebla encubra
mis derrotas,
desgajado el timón, mis
velas rotas,
más brillará la luz que tú
me envías,
blanca atalaya de los
roquedales,
torre de salvación para mis
males,
luz mediadora en mis peores
días.
3 comentarios:
¡Cuánto me alegra tu regreso! bellísimo soneto del poemario "Poema de Alcocebre". Mucho disfruté con su lectura. Gracias, amigo.
Un abrazo
Amigo Antonelo: no puedo dejar de publicar. Me he decidido transcribir unos cuantos sonetos y después escribiré lo que pienso será una de mis obras definitivas. Pido perdón por seguir escribiendo en este blog, pero mis amigos me animan a ello. Un fuerte abrazo.
Tan necesarios los faros, querido Fernando... Nos señalan la vuelta a la orilla.
Inmenso soneto.
Este, de mis preferidos.
Abrazo
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