Sólo tú conoces.
Podrá
ser un espacio lleno de flores,
un palacio entre las nubes,
algo nunca imaginado por nadie,
cerca de los luceros, allí,
más adelante, en tu calle,
un poco más allá.
Sólo tú conoces ese espacio,
eres la dueña de tu camino
y va a ser tu gran secreto;
nadie podrá saber que no es un sueño,
que ángeles y arcángeles
van a recibirte,
que todos van a recordarte
por tu maravillosa
forma de correr hacia tu espacio,
más adelante, en tu calle,
un poco más allá.
Todos tendrán lágrimas de alegría
al saber que lograste llegar,
que lo hiciste casi sin darte cuenta,
y que tu carrera fue tan maravillosa
que, casi sin cansarte,
un palacio entre las nubes,
algo nunca imaginado por nadie,
cerca de los luceros, allí,
más adelante, en tu calle,
un poco más allá.
Sólo tú conoces ese espacio,
eres la dueña de tu camino
y va a ser tu gran secreto;
nadie podrá saber que no es un sueño,
que ángeles y arcángeles
van a recibirte,
que todos van a recordarte
por tu maravillosa
forma de correr hacia tu espacio,
más adelante, en tu calle,
un poco más allá.
Todos tendrán lágrimas de alegría
al saber que lograste llegar,
que lo hiciste casi sin darte cuenta,
y que tu carrera fue tan maravillosa
que, casi sin cansarte,
alcanzaste
los luceros, allí,
más adelante, en tu calle
y sólo un poco más allá.
(Muerte de una niña de nueve años atropellada por un coche)
más adelante, en tu calle
y sólo un poco más allá.
(Muerte de una niña de nueve años atropellada por un coche)
9 comentarios:
Una dulce prosa para mitigar la tristeza que deja, en los corazones la partida, de un ángel. Gracias,amigo poeta.
Graqcias por tu lectura. Un abrazo,
Antes de llegar al final del poema, ya presentía el desenlace; lograste transmitir perfectamente la tristeza de adiós.
Un abrazo.
Gracias Rafae por tu comentario. La lectura de mis poemas me ayuda a reiniciar su publicación en el Bolg. Un abrazo.
Un bello poema
para tanta pena.
Un abrazo muy grande
Marisa, amiga, poeta: Lo peor, lo triste, es que fue un hecho real. Un saludo.
Si no recuerdo mal, escribiste otro poema a esta niña.
Su recuerdo es ya eterno gracias a este poema que la dedicas, lleno de dolor y a la vez, esperanza.
Un abrazo
Querido Fernando, ahora veo que has vuelto a publicar. Me alegro, buena señal, aunque el poema que traes duela tanto.
Siempre, muchos besos.
Isolda, querida amiga, gracias por leer mi trabajo. Reemprendo mi camino, sin trabas, con mi verdadera vocación. Un saludo muy cariñoso.
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