miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cuando pienso que existes.



Cuando pienso que existes y estás a mi lado,
sólo el permanecer importa,
estar en silencio, pensarte en silencio,
adivinar tu mirada, delinear tus márgenes,
abrazar tus pensamientos,
saber que vives conmigo y en mi.

No existe ya el tiempo de la incertidumbre,
sólo de la verdad y el asombro.

Cuando me miras y sonríes,
en tus manos recibes mi alma,
fascinada por esta permanencia,
y se vuelven tan cercanas tus cosas,
se condensan tanto mis sueños,
que las lágrimas tienden a evadirse de mis ojos.

No tengo valor para dejar de mirarte,
te necesito tanto, me desconciertas tanto,
que yo tampoco de ti podría evadirme,
porque tus ojos son mis ojos,
y tu encanto mi encanto.

Si te hablo de amor es de mi entrega,
de mi permanencia en ti,
y es en tu esencia donde quiero encontrarme
unido con un vínculo eterno, inalterable,
a la suavidad de tus manos
y a la ternura de tu mirada.


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy hermoso, amigo Fernando, mucho. Para escribir estas palabras hay que conocer el verdadero amor. Tienes mucha suerte.
Un abrazo.

Alicia Abatilli dijo...

Su existencia es tu esencia.
Qué bueno es saberte enamorado, Fernando.
El mejor estado, el más doloroso a veces, pero el mejor.
Alicia

Galería de Letras dijo...

Fernando, tu poesía, escrita con el lenguaje sencillo, llega a lo más profundo del alma. Muy bien.

Te extiendo invitación cordial a mi Galería y deja tu huella,me interesa sobre manera.

Un abrazo desde Barranquilla, Colombia.

Víctor

carmen jiménez dijo...

Los dos primeros versos ya anuncian el gran poema.
Un placer leerte.
Abrazo.

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Qué joya de poema de amor puro te ha salido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!


No sé por qué, pero tu poema me ha evocado la canción cuarta del Llama de amor viva, de San Juan de la Cruz. Quizás, porque como San Juan, agradeces estar en su seno con la entrega y la permanencia, al tiempo que ansías esa unión en la eternidad.


Un fuerte abrazo.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

El amor que nace desde nuestro propio interior y que viaja hasta el alma de la amada, con una pureza tal, buscando su respuesta, su beso, su mirada y su abrazo que despierta primaveras. Por un momento, mi estimado Fernando, con tu poema y en su esencia,, me has hecho acordar del gran Pablo Neruda cuando en uno de sus poemas dice: "...Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría"

Tu poema es bellísismo.
Recibe un fuerte abrazo.

Amando Carabias dijo...

Conviene que haya voces que siempre griten en susurros las verdades que importan.

INTENTOS DE ESCRITORA dijo...

He visitado alguna otra vez tu blog, pero hace tiempo para que no pasaba por él.
Me ha encantado comprobar que sigue existiendo gente que cree en la fidelidad a su amor, en estos tiempos en que la gente tiende a huir del compromiso y de lo definitivo.
Enhorabuena a tu mujer y a ti.
Saludos

Jorge Torres Daudet dijo...

Ése, el amor que cantas, es el verdadero amor "sin malicia", casi místico. Un poema muy bello, Fernando.
Abrazos.

Asociación cultural Poetas de Bailén dijo...

Momentos de paz y sosiego, de sentir.

Un abrazo Fernando

Marcos Callau dijo...

No creoq ue se pueda escribir un poiema de amor, de necesidad, de permanencia... más hermoso. Me ha encantado ese desconcierto que confiesa el autor ante su amada. Un abrazo, amigo.

Emilio Porta dijo...

"sólo el permanecer importa..."

Aunque el viento no sea constante, cuando permanece su huella en la memoria, nada se va. Todo se queda, Fernando, todo se queda. Como la amistad. Y los momentos imborrables vividos. Un fuerte abrazo.

eMi dijo...

Fernando, me gusta mucho cuando aparcas la rima para concentrarte en la melodía y la fuerza del contenido. Enhorabuena.

Un beso.

José Antonio del Pozo dijo...

gracias por seguir il mio blog, te sigo yo ya también en el tuyo, tan interesante
un abrazo