Lunska es una mujer
desconcertante,
un mundo de metáforas, un
hada
de mis cuentos de niño, preparada
para el verso profundo del
instante,
una escritora auténtica, elegante,
que respira de forma
inusitada,
y crea con su voz
oxigenada
un arte nuevo y un mejor
talante.
A mi vera te quiero, Lunska mía,
cercana al aroma de tu huerta
al pie de los tilos y
manzanos,
con el lápiz y el papel de
cada día,
porque escribiendo quiero abrir
tu puerta
y acariciar tu verso entre
mis manos.
________________________