sábado, 30 de junio de 2012

Coplillas en mi pueblo - Sierro - Almería




Estas coplillas las escribí sobre una servilleta de papel en mi último viaje a Sierro, pueblo de mi padre y abuelos, para que las cantasen mi tío Pepe y sus amigotes en el cortijo del Jarro, donde se reunían todos los años una semana para comer, beber y cantar.

***

Yo te llevaré al Rocío
sobre mi jaca ligera.
Yo te llevaré al Rocío
por sentir la primavera
pegaíta al cuerpo mío
sobre mi jaca ligera.

***

Si yo tuviera dinero
en la tierra de Almería
si yo tuviera dinero
un cortijo compraría
cerca del pueblo de Sierro
en la tierra de Almería.

***

La noche se quedó muerta
en tus ojitos serranos
la noche se quedó muerta
y se prendió entre tus manos
la fragancia de la huerta
y el olor de los manzanos.

***
Cortijera, cortijera
¡ Ay qué penita me ha dao!
cortijera, cortijera,
verte pasar a mi lao
y no mirarme siquiera,
¡Ay qué penita me ha dao!


***

Ls cumbres de las montañas
en lo alto del cortijo
las cumbres de las montañas
quieren saludar al hijo
que llevas en tus entrañas
en lo alto del cortijo.

viernes, 29 de junio de 2012

Otra coplilla del Jarro.


Otra coplilla del Jarro.









Como raíles del tren
van tu corazón y el mío
siempre a la vera del otro
to seguío, to seguío,
como raíles del tren
van tu corazón y el mío.



                                 



martes, 26 de junio de 2012

A una mujer en la playa.


Mujer en la playa - Jorge del Nozal.





Es una muñequita de ojos azules y cabellos dorados,

una corza blanca que brinca sobre la nieve,

un hada que tiene una varita mágica.


Cuando me golpea con su varita
el ratón se convierte en caballo
y la calabaza en un coupé.

Es y no es, está y no está;
cuando suena el reloj, ding-dong, se desvanece
y sólo queda de ella
un aroma de rosas y alhelíes.

Sus pies son de charol y sus labios de terciopelo,
habla con los ojos y dice sí-no-sí-no,
y cuando se mueve suena un frú-frú
de faldas y enaguas.

Es una porcelana blanca con dibujos dorados,
una gaviota que sobrevuela el mar.
Cuando se convierte en ola marina
rompe el acantilado,
lo convierte en arena y lo mete en un reloj.

Cuando se acaba la arena se desvanece en un tris-tras,
quedando sólo de ella
un aroma de algas y profundidades marinas.

Es un hada mágica, de nácar transparente,
que se ha metido dentro de mi corazón
y me golpea con su varita mágica
acelerando sus latidos, tic-tac-tic-tac
las 24 horas de mi largo día. 


sábado, 23 de junio de 2012

El templo de Kamakura.

Buda de Kamakura



La oración de los santos, la espada del guerrero,
la penumbra del bosque, el canto del jilguero,
la madera labrada que rezuma humedad,
los dragones pintados que no tienen edad,

la Puerta de los Templos, lavatorios enanos
donde los peregrinos purifican sus manos,
el verde de los cobres, la piedra blanca y muda,
la imagen esculpida de la madre del Buda,

la Sala del Estudio, el andar presuroso
de los monjes descalzos, el jacinto oloroso,
los torrentes de lluvia por canales de piedra,
los puentes de madera recubiertos de hiedra,

la Sala de los Rezos, el silencio acordado,
las tablillas de votos en el templo dorado,
la puerta corredera, el balcón sin cerrar,
el olor a salitre de la brisa del mar,
el cementerio humilde, sin lápidas ni cruces,
el lejano y confuso parpadeo de luces
que en la distancia anuncian la noche que se acerca,
las carpas de colores que nadan en la alberca,
mujeres japonesas, bellas y silenciosas
que bajan hacia el valle por senderos de losas
conservando en el fondo de sus ojos rasgados
la imagen misteriosa de los templos sagrados;
mientras, la noche llega y extiende su negrura
sobre el paisaje verde y el mar de Kamakura. 



Pareado que dedico a mi amigo y poeta Jaunjo Almeda, como le prometí en su intervención en Libertad 8 el pasado día 22 de junio de 2012.

jueves, 21 de junio de 2012

La rambleta del Seguet


La rambleta del Seguet.

 

Eres como una llaga antigua
sobre la piel de la plana,
¿ vena, surco, cicatriz ?,
que recoge las lágrimas del cielo
en su regazo humilde
y sorteando naranjos y sembrados
las lleva hacia el mar.

Quisiera ser como tú,
rambla pequeña,
remanso de tormentas,
cauce de lágrimas,
sosiego de riadas

y recorrer mi camino,
con la sencillez de tu ejemplo
hasta mi mar. 

jueves, 14 de junio de 2012

El Guadarrama.

                                                              
 El Guadarrama.



Si tengo ocasión,
enterraré aquí
mi corazón
y lo repartiré
para que se disuelva
en pedazos,
unos en mi tierra,
otros en mi historia,
el resto
diseminados
en la vida
de los demás.

sábado, 9 de junio de 2012

La palabra.




La palabra.
  

A veces el silencio deja pasar a la palabra,
cuando la luz del día se extingue
y estoy solo en mi mesa,
leyendo, meditando, escribiendo.

¿Por qué me dieron los dioses la palabra,
 qué sentido tiene utilizarla
si no es para comunicarme con los demás
y recibir de ellos la sustancia de la vida?

Abro los libros y viene la palabra,
siempre distinta, creativa,
y me envuelve su densidad,
me acaricia su cercanía,
cuando puede que su origen
venga de un tiempo muy lejano.

Escritores, científicos, poetas,
me otorgan su palabra, y yo,
mientras llega la noche,
la acepto, la asumo, y mi espíritu
renace ante su presencia.

Amo  la palabra y en ella me adentro
buscando símiles, significados
y creo firmemente que estoy recibiendo
desde la profundidad de los tiempos
o la cercanía de las cosas
la tarea de comunicar a los demás
esas ideas, esas intuiciones que recibo
a través del prodigio de la palabra poética. 



miércoles, 6 de junio de 2012

Confesiones.

                                                     Madonna Pazzi Donatelo

Confesiones.


Amo la poesía y lo proclamo,
no con voz solemne o pretenciosa,
sino a través de la armonía de mi vida,
de mi trabajo callado y laborioso,
en el silencio de mi lectura nocturna,
estudiando las raíces hispanas
de los maestros que nos precedieron
en la palabra poética española.


Amo todas las poesías y canciones,
y paladeo sus letras,
las siento en mis entrañas,
en lo profundo de mi ser,
y sólo de vez en cuando leo en voz alta las mías,
soñando quizás en alguna brisa inesperada y generosa
que las difunda por los sotos y alcores,
por los caminos literarios y los cónclaves cerrados,
por las tertulias literarias
y alcance a esparcir la intuición y el trabajo
de un amante de la poesía.


En mis poemas no existe el limite del tiempo, no hay fronteras,
consonantes o asonantes, idiomáticas o políticas,
sólo el intento de una fuga de la mediocridad,
y una defensa de la libertad y las esencias humanas,
una asunción de la realidad y un encuentro con la verdad,
una firme voluntad de crear y un deseo de permanecer,
una desesperada búsqueda de la razón,
y un inagotable esfuerzo de amar,
que se confunden en el magma inexorable del tiempo.