sábado, 13 de julio de 2013

A veces me despierta.





A veces me despierta.


A veces me despierta el silencio de la noche
y miro hacia la puerta, no pudiendo  encontrarte,
y sueño con tu sombra , vislumbro tu presencia,
pero no estás aquí para poder hallarte.

Creaste una distancia entre mi amor y tu vida,
renunciando a la mía que yo supe entregarte
y atendiste otros ecos, relámpagos difusos
que, sin tú darte cuenta, lograron deslumbrarte.

Y en el silencio denso de la noche callada,
sin oír tu palabra, sin poder escucharte,
te adivino muy lejos de mi vida entregada
por el amor sin límites que siempre supe darte

Entonces siento el frío de la noche apagada
y me tapo la cara, ya no quiero mirarte;
de los recuerdos tristes que oscurecen el alma
tampoco desearía que tú formases parte.

Tengo otras cosas cerca que reclaman mi ayuda,
dos corazones tiernos que deben recordarte;
aunque de nuestra vida común fueran aislados
no permitiré nunca que puedan olvidarte.

Y en esta espera inútil, cansada y somnolienta,
olvidado ya el tiempo en el que pude soñarte,
me recuesto en la almohada para oír el silencio
y recordar el tiempo que entregué para amarte.




miércoles, 10 de julio de 2013

La mesa vacía.






La mesa vacía.
 

¿Por qué estás tan callado, es que no puedes vernos,
no ves que ya no hay platos en la mesa vacía,
que no se ven  los niños, que ya no hay alegría,
que ahora los silencios nos parecen eternos?

¿Dónde estás escondido que el gallo ya no canta,
el gato no se lame, el lagarto se esconde,
por qué el sol no aparece y no se sabe dónde
arrullan las palomas  y el reloj no adelanta?

¡Qué blanca era la aurora, y qué verde la hiedra,
y qué fuerte la lluvia sobre el campo caía!
ahora ya no hay platos en esta mesa vacía
y ni siquiera el musgo puede cubrir la piedra.

Ya no quiero usar yeso para unir las junturas,
ni repintar la casa, ni cuidar la fachada,
porque tú has conseguido que en mi nueva alborada
ya no existan colores  que salven mis pinturas.

Tanta ha sido la quiebra de mis planes de vida
que la culebra escupe su veneno en mi palma
y el amor ya no existe, que se me rompe el alma
y a torrentes la sangre se escapa de mi herida.