La belleza y la
verdad en mi vida.
La belleza y la
verdad, en mi vida,
son las raíces de mi
pensamiento,
la savia es mi
poesía, no el talento,
mi palabra, la
gracia concebida.
Respetando la fuente
recibida,
siempre poetizo
aquello que yo siento,
si no gusta mi
verso, lo lamento,
no esconderé la idea
percibida.
Porque no sólo la
palabra manda,
lo importante es el
fondo del poema,
que fija el rumbo y establece
calma.
Allí es donde mi
hechizo se desmanda,
no hay lugar a cualquier
estratagema,
obvio la imagen y
desnudo el alma.