miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ensoñaciones.













El sendero.



El sendero de mi vida
atravesó vastos campos,
alcores, llanos, praderas.
hasta alcanzar tu camino.

Tus espacios eran tuyos,
y los nuestros eran míos,
la luz brillaba en tus ojos
la oscuridad en mis sueños.

La pena en mis soledades,
la indecisión en tu alma,
y el caminar los dos juntos
una ilusión encontrada.

El viento nos empujó
hacia un destino habitado
por ensueños y temores
de brumosas lejanías.

Una certeza, la mía,
una inquietud, tu proyecto,
una ilusión dividida
entre dos amores nuevos.

La lentitud del otoño
y la frialdad de los tiempos
cristalizaron en copos,
blancos testigos de invierno.

Y no fue hasta primavera
la decisión de querernos
las ramas tiernas abriendo
los límites del sendero.





El Vendedor de La Farola
.




















No tengo nada, ni el paisaje es mío,
el color de mi piel es diferente,
para vivir me apoyo en una farola
cuyas páginas me dan céntimos de vida.
Soy un objeto extraño en este entorno;
aunque voceo mi revista,
nadie escucha mi voz,
a veces pienso que ni siquiera existo,
mi dios quedó quizás muy lejos
y el dios que vive aquí
no entiende el idioma que hablo
ni valora mi sustancia.




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23 comentarios:

Marina-Emer dijo...

diferente a lo que escribes pero unos versos con bellas y directas palabras.
besos
Marina

Verónica Calvo dijo...

Un paseo romántico por el amor en sus comienzos y su viaje por la vida.
Y el "vendedor de la farola" un grito silencioso de muchos.
Ambos, como siempre, y ya me repito, geniales.
Un abrazo, querido Fernando.

thoti dijo...

.. bello sendero el que nos describes, Fernando..
.. un saludo, poeta..

Marisa dijo...

Encontrándose, después
de distintos senderos
recorrer el mismo camino.

Saludos y un abrazo.

Marie dijo...

Me gustaron mucho ambos poemas, a veces todos nos setimos de ambas maneras, enmorados o extraños, desamparados ante lo desconocido.

Que termines bien la semana :)

Marina-Emer dijo...

me gustó mucho el octasilabo "el sendero"muy bonito Fernando
mi abrazo
Marina

Paco Alonso dijo...

Solidario y generoso poema..
propio de quien lo escribe.
Me encantó

cálido abrazo

Carmen Molins dijo...

Necesario tu poema. Buscan el horizonte donde creen que está el oasis, y cuando llegan a ese horizonte donde depositaron sus esperanzas se dan cuenta que no existe, creo que ese horizonte reside en nosotros va en nosotros....
ignoramos el dolor sin saber que ese dolor es nuestro también
Gracias muchas gracias.
Besos y amor
je

sedemiuqse

stella dijo...

Francisco siguiendo tus versos amigo mío, disfrutando su belleza y ese recorrido que hacdes en elloos
Un abrazo
Stella

Andrés Glez. Déniz dijo...

Dos buenos ejercicios de poesía. El primero muy en tu línea de amor casto y el segundo abriendo una puerta social en el campo de los desfavorecidos.

Lisandro dijo...

Dos emociones distintas... hoy el dia me vistio de sensibilidad... hoy de al llorar me lavo los pensamientos y los sentimientos... hoy leo dos trabajos distintos... y me quedo con los dos... un abrazo!

silvia zappia dijo...

Imagino que seguirán transitando el hermoso sendero...
Y es conmovedora tu poesía social.


Un abrazo!

(mi nieta se llama Moire, nació el 22 de setiembre,y es una ternura)

Anónimo dijo...

Como siempre, es un auténtico placer leer tus serenos poemas.

Con la primavera llegó la decisión, que espero continúe todavía.

Precioso también el del vendedor de la farola. "No tengo nada, ni el paisaje es mío...". Homenaje a esas personas, casi invisibles que dejamos a la deriva, sin esperanzas.

Un abrazo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querido Fernando:
Las musas te miman, querido amigo.
Cuánta poesía en cada uno de tus versos.
Preciosos estos dos poemas y ellos me han hecho bajar para leer de nuevo tu "Ya estoy aquí" y me deja sin palabras, ¡cuanto de bello en sus versos!
Un abrazo, amigo.

Vicky dijo...

Me a encantado conocer tu blog , y saborear la frescura y belleza de tu poesia.

Un placer.

Un saludo cordial.

Begoña S.R. dijo...

Dos poemas bien distintos.
El primero un canto al amor, en tu linea romántica y tierna.
El segundo muy implicado con las desigualdades sociales, valiente sin volver la cabeza para no ver

Felicidades

Besos

© José A. Socorro-Noray dijo...

Sin duda, el primer sendero es abierto y hermoso, pero el segundo me encoge el alma y me hace llorar.

Un fuerte abrazo

MarianGardi dijo...

Fernando tu presencia estaba con nosotros en el encuentro y escuchamos tus versos.
Precioso tu sentir poetico.
Un abrazo

Emilio dijo...

Fernando, el primer poema con un fondo sencillo y evocador, siempre bien descrito como nos tienes acostumbrados, al ser estrófico y con una métrica correcta de octosílabos le veo un problema: en las tres últimas estrofas has utilizado una rima asonante en los versos pares con la misma vocalidad, cosa que le hace realmente exquisito al ser recitado, esas estrofas tienen un ritmo de canción/romance que las hace muy agradables al sonido de la voz; sin embargo en las cuatro primeras estrofas sólo en la tercera guarda también la asonancia de versos pares, no así las otras con lo queda un ritmo desigual. ¿No hubiese sido mejor asonantar en pares todas las estrofas aunque no fuese con las mismas terminaciones vocales para darle más ritmo al poema?

Unas sí y otras no, me parece extraño en un poema estrófico y bien medido.


En el segundo, llevas más razón que un santo, y es que vivimos en un mundo injusto que entre todos hemos construido.

Un fuerte abrazo, amigo mío.

Candela dijo...

Un principio desacoplado, difícil, un ajuste y un encuentro, preciosamente dibujados.

El vendedor de la farola, ese a quien el dios de esta tierra no valora ni entiende.

Bonitas poesías que si cierras los ojos las puedes ver y oler.

Un abrazo.

Marucha dijo...

Don Fernando, de que se lee de manera muy rítimica,armoniosa si, pero yo no sé ha que se refiere con lo de la farola.
Acá en México sería el femenino de farol,que es el que alumbra las calles.
Reciba un saludo sincero.

Fernando dijo...

Querida Marucha: "La Farola" es una revista que se edita para que los pobres, nacionales o inmigrantes, la vendan para poder sacar dinero. El importe de esta revista se entrega a la editorial, que lo reparte entre los vendedores y los gastos de imprersión. Al final, es una obra de caridad oficializada que les permite no pedir dinero vergonzosamente. Un saludo.

Claudia Souza dijo...

Muy tiernas las letras, como siempre, tu sensibilidad manda.
No tenemos nada, es cierto, pero el paisaje sí que es nuestro.
Un abrazo de otra vendedora de la farola.
C.