viernes, 11 de junio de 2010

Canción a una niña que va a nacer.


Canción a una niña que va a nacer.

Estás ahí, puedo imaginarte,
seas un sueño o una realidad:
niña mía, une tus latidos a los míos,
sonríeme desde tu actual morada,
transmíteme la verdad de tu vida.

Si estás ahí, y puedes oírme
muévete un poco para poder sentirte,
que te note, que te palpe
a través de la piel que te protege,
a ti, niña mía, mi delirio, mi esperanza.

Voy a poner mi mano, amor,
para poder tocarte y sentir tu sustancia,
imaginar tus ojos y pensar que sonríes
y acercarme y oler tu fragancia,
que será de jazmines y azucenas.

Ahora no puedo verte, pero sí soñarte,
recogida en mis brazos, pálpito vital,
sintiendo tus latidos sobre mi piel cansada,
enardeciendo mis ansias de amor,
que renace con tu germen de vida.

Quiero saber el color que tendrán tus ojos,
contar tus dedos, acariciar tu cara,
besar cada milímetro de tu cuerpo
y sentirte entre mis brazos,
transmitiéndome tu aroma y tu calor,
para sentir tu vida y darme cuenta
de que nuestro amor será para siempre
la razón más importante de mi existencia.




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13 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Fernando, eres tremendo!!!
La esencia de la maternidad, el diálogo de la conexión...
Bueno bueno, queda más que demostrada tu sensibilidad, intuición y buen hacer :D

Un abrazo enorme.

Julio Fidel dijo...

En esa aparente fragilidad se asienta la más poderosa de todas las fuerzas que nos mueven, la razón de nuestra existencia. Está además rodeado por todas partes de una belleza y dulzura que va más allá incluso de nuestra capacidad de percibirla. Por eso nos enamora.

Un abrazo, Fernando, y si el nacimiento de esta poesía ha sido impulsado por un hecho real y cercano mi felicitación.
Julio

Amando Carabias dijo...

La llegada de una nueva vida, suele inundarnos de vida, y en manos tan sensibles como las tuyas, además nos llena de belleza y ternura.
Un abrazo y, como dice Julio Fidel, si el poema está generado por un hecho próximo y cercano, mi más cordial enhorabuena.

Begoña S.R. dijo...

Tierno, sensible, amoroso, familiar...tal y como tú eres, tu poesía eres tú.

Besos poeta.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Poesía en estado puro. ¡Qué exquista sensibilidad!


Como siempre... magistral.



Un fuerte abrazo.

Marisa dijo...

Has hecho de la maternidad
un canto a la esperanza,
con maestría y serena
sensibilidad.

Besos

Paco Alonso dijo...

No puede haber mejor razón para tan bello poema.

Gracias por compartirlo, me encantó.

Un cálido abrazo.

Mercedes Pinto dijo...

¡Qué hermosos son todos los comienzos! Todas las puertas aún abiertas; todo lo bueno por pasar.
Un niño es una nueva oportunidad de amar.
Preciosa canción.
Un abrazo.

Marcos Callau dijo...

Muy dulce, muy sensible y muy sentido, Fernando. Estupendo homenaje al milagro de nuestra vida.

Pluma Roja dijo...

Una nueva vida trae vida nueva para los que esperan a esa criatura. Vuelves a nacer con el advenimiento.

Lindo y sensible poema.

Saludos cordiales,

Juanjo Almeda dijo...

Ínclito Fernando, "...enardeciendo mis ansias de amor, que renace con tu germen de vida". Ahí, lo dices casi todo.
¡Enhorabuena!
Va a nacer una niña; que con tu canción, ya ha nacido... en poema.
Un abrazo.

Trini Reina dijo...

Me has trasladado a treinta años atrás y he vuelto a sentir sensaciones que no se debieran olvidar jamás.

Tiernamente precioso

Saludos

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hermoso y vital canto a la vida que descubre el palmitar de un nuevo ser que ya ha nacido dentro del seno de su madre.

Nunca la poesía ha sido más humana, valiosa y vital que en estos momentos que canta y delata una vida que, por el egoísmo y soberbia de otros, puede ser exterminada como los fueron muchos en vida por selecciones y diferencia de los engreídos, prepotentes seres, autoproclamados, superiores que intenta dominar el mundo.

Nadie es superior a nadie. Sí, puede ser diferente en conocimiento, educación, lugar de nacimeinto, cultura...etc., pero iguales en dignidad porque todos somos seres humanos hijos de DIOS, y ante ÉL valemos lo mismo.

Por eso, los pobres, humildes, marginados, ignorados y los que buscan la verdad se sienten iguales e hijos de un mismo PADRE.

Un fuerte abrazo, amigo Fernado.