martes, 4 de septiembre de 2012

Bucólica.






El remanso de un río permite que se reflejen

las hojas de los chopos lindantes,

¿No es hermosa la quietud de las aguas,

sólidas, estancas, profundas?

Apenas un ligero temblor en su superficie

al rozar la brisa la limpidez de su espejo,

un rumor de hojas trémulas,

quizás el canto de un mirlo,

o algún convulso movimiento

en la profundidad del remanso

orquestan la sinfonía de las aguas claras,

de la vida quieta e inalterable.

¿Verdad, amor, que aquí nos sentimos una vez

unidos en nuestras esencias,

aliados ante la densidad de los chopos,

inmersos en el sosiego del momento?

No me avergüenza escribir

un poema romántico, idealizar bucólicamente

nuestro instantes de entrega,

recordar aquellos momentos felices

de nuestra soledad de enamorados.

A veces me desconcierta ser siempre

lo que se tiene que ser,

olvidando acaso que la felicidad

consiste en elegir, en escoger,

al margen de los compromisos

de la sociedad que nos domina.

Este silencio verde de los chopos,

reflejado en las limpias aguas del remanso,

ese acorde musical de los mirlos,

el olor húmedo de la brisa,

y la caricia del agua en la ribera,

todo tan cercano y evidente,

es un regalo de aquellos dioses

que tan lejanos suelen estar

de nuestros pensamientos.

Recuerdo intensamente tu cabello al aire,

los efluvios de tu cuerpo

la suavidad de tus manos,

la delicia de tu voz

y tu evanescente mirada alejándose

hacia las altas ramas de los árboles

mientras mis ojos perdidos

recorrían tus márgenes,

inmersos en la belleza del encuentro.

Puedo sentirme anonadado

al recordar aquellos bucólicos momentos,

y desearía cantar como un juglar occitano

las esencias de mi dama,

el perfil bucólico de nuestro momento,

pleno de romanticismo y de libertad.

Regresaré a ese instante de nuestro amor

siempre que mi ánimo desfallezca

y, si los dioses lo permiten,

allí acamparé entre la yerba

y los chopos frondosos,

recordando tu imagen

cerca de las riberas del remanso.

19 comentarios:

Marisa dijo...

Querido Fernando pones tanta verdad
y tanta ternura en tus bucólicas
que nos haces revivir ese instante romántico entre caricia de brisa
sinfonía de agua y canto de mirlo.
No se puede pedir más.

Un abrazo muy grande

Isolda Wagner dijo...

Cómo avergonzarse de sentimientos tan hermosos. Tu poesía es pura sensibilidad, querido Fernando.
Bucólica amatoria, el hecho es que ahí estáis.
Un beso fuerte.

Fernando dijo...

Marisa, amiga, poeta: la verdad es que me da un poco de vergüenza publicar estos viejos poemas de amor. ¡Son tan pudorosos....! pero lo cierto es que hay que escribir todo lo que pensemos de acuerdo con buestra circunstancia vital. Me alegro de que algo te recuerde a tus momentos de amor. Un cariñoso saludo. Fernando.

Fernando dijo...

Hoola, querida Isolda. ¡Qué cursi¡ ¿verdad? Este poema no tiene nada que ver con los Diez Poemas sobre el Amor Incierto que, por cierto, voy a editarlo ayudado por poetas de primera fila. Ya te contaré en su momento. Un cordial saludo. Fernando.

Isolda Wagner dijo...

¿Quién dijo cursi? No existe esa palabra en tu poesía. Es verdad que los poemas del amor incierto, son maduros, trabajados. Simple constatación de la evolución. Me encantará saber detalles de esa publicación.
Más besos.

Isolda Wagner dijo...
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Francisca Quintana Vega dijo...

Más que un viejo poema, yo lo veo como un poema actual que recuerda tiempos pasados, pero en el que se vislumbra la llama que sigue viva de aquél amor. Me ha gustado. Saludossss

Fernando dijo...

Francisca, amiga,poeta: muchas gracias por tu bello comentario. Un saludo cordial.

Silvia Meishi dijo...

Precioso poema del que me alegro que hayas recuperado para compartirlo con nosotros.
Creo que en muchas ocasiones, aquello que escribimos hace tiempo y guardamos un poco en el olvido, resulta ser un gran trabajo.

Un abrazo

Fernando dijo...

Muchas gracias, Silvia: estoy publicando viejos poemas, porque mi trabajo actual me lleva mucho tiempo. Tengo que editar dos libros antes de que termine el año. Un saludo muy cordial.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Estimado Fernando:

Amar como aman los grandes venciendo el paso del tiempo y seguir amando a su amada hasta el final de los días...amores como esos, quiero decir como el vuestro, son, hoy en día, motivo de admiración y de respeto; tu valentía no es extraña pues cuando el amor lo llena a uno se es capaz de ser Quijote y Romeo o Efraín a la vez.
Tu poema es de una belleza única!!!
Un abrazo.
Pd. Te estaremos esperando acá para cuando puedas venir a compartir con nosotros tus versos y tu calor de amigo.

Fernando dijo...

Gustavo, amigo, poeta: muchas gracias por leerme y escribirma un comentario tan amistoso. ¿Alguna noticia nueva sobre tu amigo?. Un abrazo muy fuerte. Fernando.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Amigo Fernando:

Gracias por pensar en mi amigo...nada nuevo, él tratando de seguir viviendo su vida siendo útil a sus pacientes a los que les ayuda a mitigar el dolor (paradojas de la vida. Esta semana no he sabido de él pero se que tenía cita con el oncólogo para determinar el tratamiento a seguir. Yo intento ser fuerte para acompañarlo.
Recibe mi abrazo estimado amigo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

No hay nada más sano que dejar de ser lo que se tiene que ser y la prueba más evidente es el reflejo de este ¿bucólico? poema. Lleno de amor y bellos sentimientos, diría yo.
Esperando dártelo personalmente en Peñíscola, un afectuoso abrazo.

Fernando dijo...

Nos divertiremos, amigo Terly. Veré el mar y volveré a ver a mis amigos. Un abrazo muy fuerte.

Asociación cultural Poetas de Bailén dijo...

Es bonito recordar poemas de algún momento especial, romántico, en nuestra vida. Vamos cambiando, varía nuestro modo de ver las cosas,de escribirlas, sí, pero todo es nuestro. Un abrazo Fernando

Mercedes Pinto dijo...

Gracias por desempolvar este bellísimo poema, me alegra haber llegado a tiempo para disfrutarlo. Me encanta ese sentir bucólico que plasmas con palabras.
Un abrazo.

Fernando dijo...

Hola Mercedes: estoy entretenido ahora con mi obra "Diez poemas para un amor incierto" y estoy desempolvando viejas poesías. Mañana iré a visitar a un de las mejores poetisas españolas en Salamanca. Tendremos un café largo de poetas de Torrelodones y de Salamanca. Eso, si los sindicatos ¿quién no? nos dejan ir en tren. Estoy emocionado por charlar con Esperanza Sánchez, a quien sigo desde 2009. Ya veremos si los hechos me confirman esa esperanza. Un cordial saludo, grandísima escritora.

Fernando dijo...

Juan, amigo, escritor y poeta: gracias una vez más por tu sentido comentario. Un fuerte abrazo.