miércoles, 3 de junio de 2009

Búsqueda de la palabra.









Quisiera transmutarme en cigüeña
para sobrevolar las torres de las catedrales
y los campanarios de las iglesias
para volar tan alto
que pueda encontrar la palabra,
no en los púlpitos de los predicadores,
ni en los cabildos, ni en las academias,
ni en los parlamentos,
sino en el espacio eterno,
en el solitario viaje de mi alma.


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13 comentarios:

Marina-Emer dijo...

Querido Fernando... Tus palabras del post son muy bellas como todo lo que tú escribes pero...estas palabras las has dejado muy tristes para los que hemos tenido el honor de conocerte y tenemos el privilegio de sentirte vivo cerca de nosotros. Te dejo un cariñoso abrazo y unos besos.Ah...y mi sonrisa
Marina

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

¿Encontrar las palabras en el espacio eterno?
Cuando tu alma viaje sola...
¿Tanto amas la palabra que ni para ese viaje quieres dejarla?. Casi te aseguro, que allí, no se pierde, pero no tengas prisa en "elevarte" tan alto.
Un abrazo.
(Te dejé un comentario en mi post; por si no lo has leído)

Fernando dijo...

Querida Begoña: realmente me gustaría encontrar la palabra pura, la síntesis perfecta, algo en el camino de Juan de la Cruz. Sé que es algo casi imposible, una utopía,pero en ese esfuerzo a lo mejor conseguiría escribir alguna vez una poesía libre y liberadora.Como ves, en el camino actual, hasta los que más me queréis me habláis de elevación y lo que yo busco es desprendimiento
de la realidad exterior para viajar
al centro de mi pensamiento. Ayudadme.

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

Precioso. Me siento identificada con lo que dices.
Desprenderse de la realidad exterior es dificil, las tareas cotidianas nos distraen. Yo también busco el desprendimiento y ese viaje al centro, el camino, pienso, es buscar momentos de soledad y silencio.

Buen vieje compañero poeta.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Excelente poema, como siempre.

Querido amigo, me has recordado un poema que escribí hace algún tiempo a propósito de esa búsqueda de la palabra entre el bosque de silencios.

LA BÚSQUEDA

La palabra que estoy buscando
ha de ser una palabra impoluta y limpia,
con el tesón de saberse necesaria
más allá de la morfología y la semántica,
más allá de los manuales y los diccionarios,
mucho más allá de ser simplemente luz
para la futilidad del cuerpo
o para la trascendencia del alma,
tiene que ser una palabra
que tamize el peso del tiempo,
sin más trampa ni más cartón
que la fértil verdad desnuda,
golpeando las paredes del cerebro
para hacer crecer el pensamiento
y para alumbrar la vida.


Un fuerte abrazo

silvia zappia dijo...

Voy a seguir el viaje de tu alma, para que no sea tan solitario, si me lo permitís.

Este sitio es bello.
Un beso,
Silvia

Lisandro dijo...

Hermosas letras mi amigo... me dejo un gustito de soledad, pero me encanto.-.. un abrazo...

Emilio dijo...

Hola Fernando:
Ya terminé el laboro por esta semana y por aquí me tienes.
Amigo mío, ¿qué pureza buscas, qué palabra? tú que escribes de una manera magnífica (y no lo digo como cumplido), basta leer y releer tus poemas para darse cuenta de ello. Yo no sé si te cuesta mucho o poco escribir, hay quien tiene más facilidad para ello que otros (a mí me cuesta un dolor) lo que sí sé es que tus versos no dejan indiferente a nadie, tienen fuerza, frescura y calidad.
Yo poco más puedo decirte, hace ya tiempo que dejé de buscar, de hurgar en mí mismo (tal vez no me gustaba mucho lo que vi). Ahora cuando siento que debo escribir, escribo, y cuando no sale una palabra de mis dedos, entonces me paro y en lugar de escribir, leo y disfruto de lo que otros han escrito.

De todos modos deseo que encuentres cada una de las palabras que buscas y que las compartas con los que te admiramos un poquito.

Un fuerte abrazo, amigo.
Emilio.

Fernando dijo...

Emilio, qué cosas dices. Me avergüenzo de lo que escribo cuando leo mis poesías al cabo de unos días (sin haberlo preparado me ha salido un pareado).Realmente estoy buscando la utopía,es verdad,pero como decían los estudiantes de París, seamos audaces, busquemos lo imposible.
Quizás, entre los ensayos, de repente aparezca una luz aunque sea brevísima y compense los grandes esfuerso que tú y yo hacemos para que alguien, en algún sitio, sienta la fuerza liberadora de la poesía.Un abrazo muy fuerte y,por favor, no te canses de leerme, porque tus comentarios fortalecen este espíritu tan débil. Un fuerte abrazo.

Los tres guarrinos dijo...

No digas eso. Todas las palabras te persiguen y desean las tomes y las uses.

raleigh dijo...

Presiosa poesía. Me gusta que hayas escogido la cigueña, un ave que parece que aprendió a volar en el último momento, desgarbada y frágil, pero que emogra cada año miles de kilómetros hacia su sur, buscando siempre el mismo campanario

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querido Fermando:
Loable empeño el tuyo, el de buscar la palabra allí donde es más pura.
No obstante, la palabra tiene algo como de pompa de jabón cuando de reflejar el alma se trata. Parece que Dios, el infinito, la gracia misma pertenece al silencio. Un abrazo:
Tadeo

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

El querer, las búsquedas y esa imagen de libertad cruzando el infinito...me conmueve la necesidad, la imperiosa necesidad de hallarla más como ejercicio de liberar nuestra propia emoción. El anhelo de trasnmutar confiere también el deseo de ir en solitario para hallarnos en el silencio contemplativo sobrevolándonos...me encantó este post que sumerge y eleva poesía interior donde hallarnos.

Te abrazo fuerte, Fernando.

Anna Francisca