sábado, 3 de octubre de 2009

El templo de Kamakura.






El Buda de Kamakura.


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El Templo de Kamakura.


La oración de los santos, la espada del guerrero,

la penumbra del bosque, el canto del jilguero,

la madera labrada que rezuma humedad,

los dragones pintados que no tienen edad,

la Puerta de los Templos, lavatorios enanos

donde los peregrinos purifican sus manos,

el verde de los cobres, la piedra blanca y muda,

la imagen esculpida de la madre del Buda,

la Sala del Estudio, el andar presuroso

de los monjes descalzos, el jacinto oloroso,

los torrentes de lluvia por canales de piedra,

los puentes de madera recubiertos de hiedra,

la Sala de los Rezos, el silencio acordado,

las tablillas de votos en el templo dorado,

la puerta corredera, el balcón sin cerrar,

el olor a salitre de la brisa del mar,

el cementerio humilde, sin lápidas ni cruces,

el lejano y confuso parpadeo de luces

que en la distancia anuncian la noche que se acerca,

las carpas de colores que nadan en la alberca,

mujeres japonesas, bellas y silenciosas

que bajan hacia el valle por senderos de losas

conservando en el fondo de sus ojos rasgados

la imagen misteriosa de los templos sagrados;

mientras, la noche llega y extiende su negrura

sobre el paisaje verde y el mar de Kamakura.





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16 comentarios:

SeaSirens dijo...

Japón, España, y lo que quieras Fernando.
Allí donde tus pies pisen en la geografía, sacarás los más hermosos poemas y aún más, si no has estado, tú mismo, lo harás realidad, para ti y para los demás.

Eres un crack de las letras.
Te admiro.

Un fuerte abrazo!

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Fermando.
Me han gustado mucho tus pareados. Me fascina la cultura oriental, así que tu recreación de ese universo me ha dejado prendado por partida doble. Me parece muy bueno este texto. Un abrazo.
Tadeo

Fernando dijo...

Querida Sea Sirens: Gracia por tu comentario. He estado nueve veces en Japón y aunque siempre por motivos de trabajo, he aprovechado para visitar las principales ciudades y templos. Quedé impactado por el Monte Fuji. Solicité un puesto de jardinero en las plantaciones de te verde, pero me contestaron que me darían trabajo cono jefe de los jardineros. Estuve en un tris de aceptarlo. Un beso.

Fernando dijo...

Amigo Tadeo.La cultura japonesa es respecto a la china lo que la española respecto a la romana. No he tenido ocasión de conocer China, pero he leído mucho sobre esta circunstancia. Un abrazo.

Flor dijo...

Fernando, que pena que no te acceptarón como jardinero, estoy segura, nosostros que tomamos té verde salíamos ganando,por tus manos, seríamos todos poetas, grandes poetas.

Un beso querido, és siempre un gusto leerte.

Flor

Verónica Calvo dijo...

Gracias Fernando. He viajado en las alas de tus palabras al misterioso mundo de la delicadeza.
Es curioso, acababa de terminar un poema sobre que quiero ser japonesa antes de darme el paseíto por los blogs que sigo y mira...
Un abrazo fuerte y mi cariño.

Begoña S.R. dijo...

Por unos instantes he viajado, a traves de tus bellos pareados, por esa cultura tan enigmática y sugerente de China.

Besos

Marina-Emer dijo...

Que bonito Fernando ...todo lo de esa mágiga tierra me encanta y es como si se sueña yo tengo preciosos libros.
BESOS
mARINA

MarianGardi dijo...

Que bonito homenaje al Buda.
Ha sido bonito leer esta entrada.
Gracias Fernando
Un beso

Dani Clemente dijo...

Me parece estar respirando el aroma a paz de ese lugar, realmente tienes el don y la magia de llevarnos a otros lugares (sobretodo, si son lugares con alma e historia)

Elsa dijo...

Gracias, Fernando. Por tus palabras y por este hermoso paseo.

Un abrazo.

silvia zappia dijo...

Qué belleza!
Tus enumeraciones me hicieron recorrer el templo como si allí estuviera.
Amo la cultura oriental, gracias por traérmela en tus versos,poeta!

Un abrazo.

Marisa dijo...

Nos has pintado con
deliciosas palabras
todo el encanto de
esas tierras de
de Buda.

Besos.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Bello escrito adornado por el canto del jilguero, queme hace soñar con esos lugares, donde esos seres humanos construyeron tan majestuosas obras de arte, que aún hoy después de siglos siguen ahí erguidas para desatar todas las pasiones imaginables.
Saludos

Emilio dijo...

Fernando, permíteme que aplauda estos versos, no solo por sus descripciones, como es costumbre en ti siempre hermosas, sino también por su técnica poética.

Siempre he dicho y lo reitero que tienes dominado el arte de los alejandrinos con sus dos hemistiquios perfectamente señalizados, lo que le da junto a la rima de pareados un ritmo más que notable a este poema.

Abrazos de nuevo.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Simplemente sublime. Añadir algo más sería estropearlo.

Un fuerte abrazo