miércoles, 13 de julio de 2011

Pánico al pensamiento mediocre.



Pánico al  pensamiento mediocre.


No sé por qué pero le tengo miedo,
esté lejos o cerca, me amedrento,
no soy capaz de verle y le presiento
tan inmediato en mí que ya no puedo

decidir si me voy o si me quedo,
si permanezco aquí o si me ausento,
porque se trata de ese pensamiento
que desarticular persigue con denuedo

las débiles ideas de mi mente,
sin poder defenderme de su fuerza
ni poder aumentar mi resistencia.

Pánico me da su impulso permanente,
que su mediocridad en mí se ejerza
y reafirmarse pueda en mi conciencia.


13 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Estupendo, amigo Fernando aunqeu con un punto sobrecogedor y casi angustioso que, si cabe, aún engrandece más este soneto. Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Marco,amigo: gracias por tu comentario. Te debo tanto a tu estupendo trabajo que me avergüenzo de ser tan perezoso. Pero todo llegará. Un abrazo muy fuerte.

Anónimo dijo...

Estimado Fernando, es mucho más fácil y seguro, para sobrevivir, pensar como la mayoría y dejarse llevar. Cuando piensas por ti mismo corres el riesgo de vivir al margen.
Me gustó este reflexivo poema.
Hasta pronto.

Verónica Calvo dijo...

Querido Fernando, a mi el pánico de la mediocridad me asalta cuando veo que la persona de la que depende un trabajo es mediocre hasta la médula. Luego hay otras mediocridades que me asustan. Las mías... me las trago y procuro al menos hacerlas pasables porque sigo aprendiendo.
No creo que tu tengas pensamientos mediocres pero si te dan pánico, entonces, seguro que estás atento para que no arraigue.

Abrazos

Fernando dijo...

Mercedes, amiga: Sobrevivir se puede lograr pensando como la mayoría pero me gusta ser libre y apartarme de lo que no va con mi carácter. Sé que es mucho más difícil, pero quiero vivir y no sobrevivir. Podría haber optado por sacar notarías, hacerme del Opus
Dei y quedarme soltero, pero he elegido el camino de la libertad y del amor verdadero. ¿Verdad que es complicado, amiga mía? un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Querida Ananda Nilayán: tengo muchos pensamientos mediocres, pero lucho por no tenerlos. A veces, cuando alguno me domina, me desespero y no encuentro la razón de haberlo tenido. Nos pasa a todos, somos humanos ¿verdad? Unj fuerte abrazo.

Isolda Wagner dijo...

Querido Fernando, ¿ese el descanso que te has tomado? El suficiente para que me pierda dos de tus entradas. No te regaño porque tenemos una edad, que si no...Te salvas porque una vez más has bordado ese nuevo soneto de pánico. Lo firmaría contigo, pese a la angustia, porque está perfectamente logrado. Me ha impresionado ese pensamiento que desarticular persigue con denuedo las débiles ideas de mi mente...
Pero no te dejes vencer, buscando las rimas de sonetos, con tus palabras claras como el agua, haces frente a los miedos.
Y yo te mando besos como versos.

Fernando dijo...

Hola, Isolda: me alegra mucho tu comentario. Necesito que una lectora-amiga-comentarista-lúcida como tú, me ayude a salvar mis situaciones mediocres, tanto físicas como mentales. Y lo consigues. Gracias Isolda. Un fuerte abrazo.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Si partimos de que el mundo está dirigido por mediocres a quienes ensalzamos y pagamos espléndidamente su mediocridad mientras nosotros nos hundimos, mejor es no pensar en qué hemos fallado y vivir la vida sin pensar y gritando como todos los demás: ¡Los medicres, al poder!
Un abrazo, Fernando, espero estés en plena forma, amigo.

Fernando dijo...

Juan, amigo: gracias por tu comentario. Me encuentro cada vez un poquito mejor, pero tengo que entrenar más para llegar a ponerme en plena forma. Todo se andará. Los mediocres abundan, efectivamente, pero yo tengo la esperanza de que España mejorará poco a poco, con trabajo y esfuerzo. Tenemos forzosamente que trabajar para asegurar el futuro de nuestros hijos. Un fuerte abrazo.

Juanjo Almeda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando dijo...

Juanjo, amigo, poeta: muy buen comentario el tuyo. Transpiras poesía, Juanjo. Un abrazo.

Marisa dijo...

Querido Fernando la mediocridad
no me cuadra contigo,creo que
nunca arraigará en tu pensamiento.

Un gran soneto