jueves, 25 de octubre de 2012

Cuando pienso que existes




Cuando pienso que existes
y estás a mi lado,
sólo el permanecer importa,
estar en silencio
pensarte
adivinar tu mirada,
delinear tus márgenes,
abrazar tus pensamientos,
saber que vives conmigo
y en mí.

No existe ya el tiempo de la incertidumbre,
sólo de la verdad
y el asombro.
Cuando me miras y sonríes
en tus manos recibes mi alma
fascinada por esta permanencia,
y se vuelven tan cercanas tus cosas,
se condensan tanto mis sueños,
que las lágrimas
tienden a evadirse de mis ojos.

No tengo valor para dejar de mirarte,
te necesito tanto,
me desconciertas tanto,
que yo tampoco de ti podría evadirme,
porque tus ojos son mis ojos
y tu encanto mi encanto.

Si te hablo de amor
es de mi entrega,
de mi permanencia en ti,
y es en tu esencia
donde quiero encontrarme
unidos con un vínculo eterno,
inalterable,
por la suavidad de tus manos
y  la ternura de tu mirada.





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jueves, 18 de octubre de 2012

NICOLÁS


Amigas, amigos: este es mi nieto Nicolás, enviado por los dioses para enloquecerme y ayudarme a superar las penas de esta vida..

Es mi nieto número 10, como son mis " Diez poemas sobre el amor incierto"

Un saludo poético.

domingo, 14 de octubre de 2012

Una pausa.


Una pausa, una breve pausa. Fernando cree que su poesía no llega a nadie, que no es una poesía actual y, por tanto, no interesa. El problema de sus poemas es que no insultan, no maldicen, no reivindican, enredados en metáforas poéticas. Algunas almas caritativas los leen y con sus comentarios, me animan a seguir.¿ A seguir hacia donde? Nunca he pretendido nada (¿necesitaré una corrección de estilo?) y nunca he querido ofender a los que piensan de una manera diferente a la mía. Nunca he pretendido pasar por un "leader". Por tanto, creo que es prudente hacer como alguna vez hizo Emilio Gómez: retirarme a mis cuarteles de invierno. Guardo, eso sí, con cierta añoranza el aroma de algunos poemas de verdaderos poetas,. Alguno, por ejemplo, de Soledad Sánchez, Fernando Varela, Juanjo Domínguez. de "El tendedero"...
Aquí me tenéis, amigos, yo seguiré con mis lecturas, mis momentos de silencio, mi ilimitada comprensión a los que pretenden ser poetas sin serlo y rezo (Sí, rezo ¡qué escándalo!) para que tengan suerte, al mismo tiempo que medito sobre el daño que producen y sus siempre indeseadas consecuencias.

jueves, 11 de octubre de 2012

Diez poemas sobre el amor incierto IV


IV

La explosión de las tendencias


Cuando me despierto
en la penumbra
y acierto a distinguir las líneas de su cuerpo,
luminiscente, terso,
y miro dócilmente la armonía de su diseño
nacido de la luz,
antes imaginado,
ansío
activar nuestros instantes
en una desmesurada invasión de nuestro tiempo.

Existen razones
que me unen a su grandeza
desde mi frágil equilibrio:
la generosidad nacida de un ser superior
y la adhesión sin condiciones de mi amor incierto,
extraído de la hondura de mis edades
y desde siempre escrito
en el tejuelo de mi libro vital.

La marea se convirtió en una tormenta,
las olas rompieron la estructura del puente
anegando las razones y los principios,
produciéndose la explosión de los sentidos
en una amalgama de amor y de pasión
que el timón no pudo superar.

¿Por qué resistir la fuerza de las olas?

La invasión de las nuevas ideas nos renace,
crea una nueva manera de amar,
sustituye las antiguas sensibilidades
por una explosión de los sentidos
que nos lleva, finalmente,
a los pies del ser superior
en un desmayo de querencias y voluntades.

Ya no hay penumbra.
Brilla la entrega nunca imaginada,
la percepción de la derrota de la angustia
y la victoria de la realidad,
esplendorosa y vital,
íntima y personal,
en la búsqueda de un nuevo viaje
hacia la conquista del amor incierto.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Ansia de ser


Ansia de ser

No tener,
no haber sido
arropado en cunas que no existieron
dentro de mí,
y llegar a ser
saliendo de la nada
que no es.

Solo existo
dibujado en mi fantasía,
mecido en la evanescencia
de ángeles,
arcángeles
dioses caídos
y renacidos
que no son.

No tener
ni ser
ni soñar,
perdido,
angustiado,
difuminado,
reflejado en la nada
que no es.

La oscuridad,
---negro rejón de muerte---
sobre mis ojos ciegos,
sin poder ver la luz
que acune la vida
de mi ser.

El ser y la nada,
entreverados en el sueño vital
de mi búsqueda,
sin orgasmos,
cunas, ángeles
o monstruos,
sin generar realidades o ensueños
porque nada nace
ni es.

Quizás un rayo cósmico
escapado de una masa vacía,
de esa nada soñada,
pueda crear
en mí
la sensación de
nacer y vivir
para, como entelequia,
ser.

viernes, 5 de octubre de 2012

Diez poemas sobre el amor incierto III



III
La dispersión de los sentidos

Sobre mi piel
dibujada por los años,
estremecida al fin por la hondura
del amor incierto,
rotos los esquemas precisos,
olvidados el temor y los recelos,
se desbordan los sentidos
en una tormenta de ternuras y afectos.

Todo es dependencia,
mutuo enlace,
pasión,
emergencia desde la profundidad
para reclamar la verdadera condición,
sentir el pulso,
vivir la nueva realidad,
aceptar el sometimiento del espíritu
con la docilidad implícita del viejo navegante
que, envuelto por la nueva marea de los sentidos,
se ve impulsado por la esperanza
hacia este hallado
y deseado nuevo amor.

La efusión de los sentidos nubla mi mente,
incapaz ahora de establecer las defensas,
precisar las respuestas,
doblegar el ímpetu
abierto nada más al nuevo y hondo valor
de estas sensaciones.

Quebrada la resistencia,
abierto el conceder,
solo queda la entrega absoluta
en un torbellino de anhelos incontenibles
que me conducen a la plena aceptación
desde la humildad de mis nuevos esquemas;
a la superación del desaliento,
convocando mi último esfuerzo,
para insertarme en el amor incierto.


lunes, 1 de octubre de 2012

Diez poemas sobre el amor incierto II


II




Apología de la accesión



Cisura de convicciones,
antes sólidas;
inabordable rotura de esquemas
desde dentro del ser,
sumisamente aceptada,
hondamente asumida
desde el loco anhelo
de vivir
la nueva naturaleza del amor.

La realidad ha roto el paño de la cerradura,
y la accesión al amor incierto
abre el arcano de los años precisos;
derrama las nuevas sensaciones
rompiendo certezas
y deifica al Ser Superior,
ahora hallado,
suplicando la entrada a su reino
en una entrega total.

Dejarse llevar:
esa es la respuesta.
Acceder sin defensas
con personal entrega;
inundarse
del nuevo aroma con humildad;
aceptar sus tiempos y sus normas
entregando la voluntad,
la íntegra donación,
viviendo la disciplina y la amada obediencia
ante su poder absoluto.

Si a veces el nervio se yergue
y la noche oscura apaga la voluntad de acceder,
desbórdese
la capacidad de entrega,
rómpanse los viejos esquemas
y predomine el desasimiento,
la dulce entrega,
la aceptación de los tiempos y los márgenes
en ilimitada donación de mente y materia.

Ya no hay vuelo de pájaros, ni nubes negras,
ni tormentas de ruido y cercanías;
solo la quietud del anonadamiento
y el silencio.
El desmayo íntimo,
profundo
ante lo inmensamente superior,
en una quiebra total de los conceptos
que antes eran indestructibles y absolutos.