En la casa de las penas
no me han querido admitir
porque mi pena es más grande
que las que tienen allí.
En la casa de las penas
no me han querido admitir.
A José Ramón Zomeño, que el día 16 se fue con la madre Maravillas y sus amigos los santos que le habrán recibido como a uno de los suyos.
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no me han querido admitir
porque mi pena es más grande
que las que tienen allí.
En la casa de las penas
no me han querido admitir.
A José Ramón Zomeño, que el día 16 se fue con la madre Maravillas y sus amigos los santos que le habrán recibido como a uno de los suyos.
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4 comentarios:
La poesía siempre es la forma más sincera y pura de recordar a quienes hemos querido.
Suerte :)
Casualmente me encontre leyendo este maravilloso blog. Mi Enhorabuena
Me permito darte un premio que puedes si lo deseas recoger en modesto e incipiente blog. Un saludo
http://todoenbromanadaenserio.blogspot.com/
"En la casa de las penas
no me han querido admitir
porque mi pena es más grande
que las que tienen allí."
Acabo de decirte en mi blog que la fuerza expresiva del soneto es insuperable, pero estoy por desdecirme.
La fuerza desgarradora que encierra estos sencillos octosílabos en homenaje a Jose Ramón Zomeño aúna algo tan importante como la brevedad.
Bello homenaje poético
Querido Antonio: Gracias por tu buen comentario. José Ramón era mi yerno y murió al despertar el día 16 de repente en brazos de mi hija Assunta debido a un infarto. Reza por ellos. Un fuerte abrazo.
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