Antonio, si me lo permites, un regalo para tu nieta:"Rosa que bate al viento,alma que crece,duerme ahora mi niñaque ya anochece.Rosa que al viento vuela,lazo en el pelo,duerme pronto mi vidaque yo te velo.Que yo te velo, mira,sueña que sueña,niña del alma herida,eres mi dueña.Eres mi dueña, niña,tu joven vidallena de amor y calmami alma henchida.Duerme, niña del alma, en mi regazo,átame con tus besosy con tu abrazo.Vente a mis brazos, niña,ya más no llores,que entristecen y lloranhasta las flores.Todas las rosas, niña,tienen tu aliento,tu risa entera, amor,es mi alimento.Arden mis ojos negrossólo con verte,pero no tengo apenasprisa en quererte.Triste destino el mío,triste condena,si no me quieres, niña,mi vida es pena.De penas muero, ¡ay niña!muero de espanto,si tú hoy no me quieresy yo a ti tanto.Duerme tranquila niña,pasión y olvido,sueña tu propio sueño,que yo te cuido.Que yo te cuido, amor,sueña con flores,duerme, que eres dueña de mis amores".Si no me lo permites, o no te parece adecuado, no tienes más que borrar este atrevimiento.Un abrazo.
Querido Emilio: Estoy pasando momentos muy sensibleros y estos versos no sólo caben en mi blog, sino que espero no alos últimos. Gracias.
Hago mios tus cinco versos, y los digo a Pablino (como los hubiera dicho a Miguel y Pablo si entonces los hubieras escrito)
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3 comentarios:
Antonio, si me lo permites, un regalo para tu nieta:
"Rosa que bate al viento,
alma que crece,
duerme ahora mi niña
que ya anochece.
Rosa que al viento vuela,
lazo en el pelo,
duerme pronto mi vida
que yo te velo.
Que yo te velo, mira,
sueña que sueña,
niña del alma herida,
eres mi dueña.
Eres mi dueña, niña,
tu joven vida
llena de amor y calma
mi alma henchida.
Duerme, niña del alma,
en mi regazo,
átame con tus besos
y con tu abrazo.
Vente a mis brazos, niña,
ya más no llores,
que entristecen y lloran
hasta las flores.
Todas las rosas, niña,
tienen tu aliento,
tu risa entera, amor,
es mi alimento.
Arden mis ojos negros
sólo con verte,
pero no tengo apenas
prisa en quererte.
Triste destino el mío,
triste condena,
si no me quieres, niña,
mi vida es pena.
De penas muero, ¡ay niña!
muero de espanto,
si tú hoy no me quieres
y yo a ti tanto.
Duerme tranquila niña,
pasión y olvido,
sueña tu propio sueño,
que yo te cuido.
Que yo te cuido, amor,
sueña con flores,
duerme, que eres dueña
de mis amores".
Si no me lo permites, o no te parece adecuado, no tienes más que borrar este atrevimiento.
Un abrazo.
Querido Emilio: Estoy pasando momentos muy sensibleros y estos versos no sólo caben en mi blog, sino que espero no alos últimos. Gracias.
Hago mios tus cinco versos, y los digo a Pablino (como los hubiera dicho a Miguel y Pablo si entonces los hubieras escrito)
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