
Del Salón de los Rechazados.
Llegué al Salón de los Rechazados
siempre de tu mano, Gloria,
dibujando líneas de color
sobre un papel,
en el café de las sorpresas,
tratando de imitar las estampas
que ingenuamente dejabas
sobre la mesa de mármol.
Imágenes borrosas,
amapolas teñidas de garanza
soles entre brumas
estuosos campos de girasoles,
pinturas sin negros, sin pinceles,
impregnadas de un aire nuevo,
esencia, imaginación desbordada.
Pasaron diez años para poder
describir mis sentimientos,
condensar mis lágrimas,
enviar mi cálido recuerdo
a esos genios de la pintura,
y poder participar en sus tertulias
por la vía de la luz y de las estrellas.
De ellos me llegó
el mensaje vital de la pintura,
y a ellos respondo,
sólo con mi palabra,
escrita con el impulso
de mi corazón de adolescente.
Yo me hago solidario
de vuestro esfuerzo,
admiro a vuestras maniquíes
sueño con vuestra luz y vuestro color,
recupero el ambiente festivo
de vuestras reuniones
y prometo no olvidar jamás
vuestra solidaridad,
mientras moldeo mis versos.
miro los lienzos
y me postro, absorto, en oración.
siempre de tu mano, Gloria,
dibujando líneas de color
sobre un papel,
en el café de las sorpresas,
tratando de imitar las estampas
que ingenuamente dejabas
sobre la mesa de mármol.
Imágenes borrosas,
amapolas teñidas de garanza
soles entre brumas
estuosos campos de girasoles,
pinturas sin negros, sin pinceles,
impregnadas de un aire nuevo,
esencia, imaginación desbordada.
Pasaron diez años para poder
describir mis sentimientos,
condensar mis lágrimas,
enviar mi cálido recuerdo
a esos genios de la pintura,
y poder participar en sus tertulias
por la vía de la luz y de las estrellas.
De ellos me llegó
el mensaje vital de la pintura,
y a ellos respondo,
sólo con mi palabra,
escrita con el impulso
de mi corazón de adolescente.
Yo me hago solidario
de vuestro esfuerzo,
admiro a vuestras maniquíes
sueño con vuestra luz y vuestro color,
recupero el ambiente festivo
de vuestras reuniones
y prometo no olvidar jamás
vuestra solidaridad,
mientras moldeo mis versos.
miro los lienzos
y me postro, absorto, en oración.