jueves, 17 de mayo de 2012

Diez poemas sobre el amor incierto.


                  I


Honduras del amor incierto.

De repente, un temblor abisal
agita la esencia de los amores ciertos
y surge a través de las grietas
que separan, irregulares, las piezas del ser,
en un desgarro de actitudes y vanidades.

Es la hondura del amor incierto, que nace
del calor interior de los sentidos, identifica los signos,
y recupera la identidad del hombre con el hombre.

La emoción del encuentro es una danza alegre
inicialmente sincopada
de nuevas realidades abiertas,
virtud exacta del delirio,
invasión de aromas nuevos,
pulsación de una vida renacida.

Las puertas se abren en silencio
y el interior descubre identidades,
quiebra los misterios, recupera la luz,
normaliza vivencias y criterios,
y recibe la paz oculta, cegada por los dogmas,
ahora deslumbrante por su lógica naturaleza.

La expresión del nuevo amor,
al percibirse con toda claridad,
ha roto las fronteras sociales
desdibujando las dogmáticas líneas rojas,
abriendo fisuras de increíble placer
nunca sospechado, siempre intuido y soñado
desde la hondura del amor incierto.

Ahora no hay distancias, hay cercanías,
libertad personal de expresión ilimitada,
honestidad con uno mismo y respeto,
en un cálido y profundo transvase de esencias,
de la naturaleza rescatada y otrora
abisal temblor de nuestra esencia.


                    II


Apología de la accesión.

Inabordable rotura de esquemas
desde dentro del ser,
desbordamiento de convicciones
antes sólidas, ahora etéreas,
sumisamente aceptado,
hondamente asumido,
desde el hondo, abisal, loco anhelo
de vivir la nueva naturaleza del amor.

La realidad ha roto el paño de la cerradura,
y la accesión al amor incierto
abre el arcano de los años precisos,
derrama las nuevas sensaciones, rompiendo certezas,
y deifica al Ser Superior, ahora hallado,
suplicando la entrada a su reino en una entrega total.

Dejarse llevar, esa es la respuesta,
acceder sin defensas, con personal entrega,
inundarse del nuevo aroma con humildad,
aceptando sus tiempos y sus normas,
entregando la voluntad, la íntegra donación,
viviendo la disciplina y la amada obediencia
ante su poder absoluto.

Si a veces el nervio se yergue
y la noche oscura apaga la voluntad de acceder,
desbórdese la capacidad de entrega,
rómpanse los viejos esquemas
y predomine el desasimiento, la dulce entrega,
la aceptación de los tiempos y los márgenes
en ilimitada donación de mente y materia.

Ya no hay vuelo de pájaros, ni nubes negras,
ni tormentas de ruido y cercanía,
sólo la quietud del anonadamiento,
el silencio, el desmayo íntimo profundo
ante lo inmensamente superior,
en una quiebra total de los conceptos
otrora indestructibles y absolutos.


                    III


La dispersión de los sentidos.



Sobre la piel, dibujada por los años,
estremecida al fin por la hondura del amor incierto,
rotos los esquemas precisos,
olvidados el temor y los recelos,
se desbordan los sentidos
en una tormenta de ternuras y afectos.

Todo es dependencia, mutuo enlace, pasión,
emergencia desde la profundidad
para reclamar la verdadera condición,
sentir el pulso, vivir la nueva realidad,
aceptar el sometimiento del espíritu
con la docilidad implícita del viejo navegante,
que envuelto por la nueva marea de los sentidos,
se ve impulsado por la esperanza
hacia el abierto y deseado amor incierto.

El derrame de los sentidos nubla mi mente,
incapaz ahora de establecer las defensas,
precisar las respuestas, doblegar el ímpetu,
abierto nada más al nuevo y hondo valor
de esta avalancha de sensaciones.

Quebrada la resistencia, abierto el conceder,
sólo queda la entrega absoluta,
en un torbellino de anhelos incontenibles,
que me conducen a la plena aceptación,
desde la humildad de mis nuevos esquemas,
a la superación del desaliento,
convocando mi último esfuerzo
para insertarme en el amor incierto.


                    IV


La explosión de las tendencias.

Cuando me despierto en la oscuridad de la penumbra
y acierto a distinguir las líneas de su cuerpo,
luminiscente, armónico, terso, a veces turgente,
y miro dócilmente la armonía de su diseño
nacido de la luz, antes imaginado, ahora revelado,
ansias me invaden de activar nuestros instantes
en una desmesurada invasión de nuestro tiempo.

Sólo existe una razón, un fundamento,
entre su grandeza y mi frágil equilibrio,
la generosidad nacida de un ser superior
y la adhesión sin condiciones de mi amor incierto,
extraído de la hondura abisal de mis edades
y desde siempre escrito en el tejuelo de mi libro vital.

La marea se convirtió en una tormenta,
las olas rompieron la estructura del puente
anegando las razones y los principios,
produciéndose la explosión de los sentidos
en una amalgama de amor y de pasión
que el timón no pudo superar,
rompiéndose los viejos principios
ahora renovados por los del amor incierto.

¿Por qué resistir la fuerza de las olas?
La invasión de las ideas nos hace renacer,
crear una nueva manera de amar,
sustituir las antiguas tendencias y sensibilidades
por una enorme explosión de los sentidos
que nos lleva dócilmente a los pies del ser,
en un desmayo de querencias y voluntades.

Ya no hay penumbra sino claridad,
una entrega nunca imaginada,
la percepción de una derrota de la angustia
y una victoria de la realidad,
esplendorosa y vital, íntima y personal
en la búsqueda de un nuevo viaje
hacia la conquista del amor incierto.


                    V

Virtud del desdoblamiento.

Las ramas de los árboles ocultan,
entre sus hojas y tallos,
un desdoblamiento frondoso y vital
que sólo puede sentirse intensamente
si nos adentramos en su interior.

La intimidad del amor incierto,
sumergida en un océano de endorfinas,
tampoco se manifiesta al exterior,
y se oculta entre la hojarasca
de gestos, intuiciones y certezas,
que conviven con los amores ciertos
en un fusión de ideas y conceptos.

¿Cuál es la realidad, cuál el ensueño,
cuáles las lejanías entre los dos amores?
Sólo la consumación es la respuesta,
la entrega personal que nos desdoble,
la sensibilidad de una ofrenda consensuada,
en la inmensa, generosa y múltiple
naturaleza del amor incierto.

Cuando se penetra en el interior de la corteza
y se cuentan los nudos de su historia,
¡Oh, cuántos desamores habidos,
cuántos oscuros y desconcertantes fracasos
en nuestro laberinto de pasiones!.

La paz nos llega con nuestro desdoblamiento
generoso y humilde, en una entrega total,
nuestro ser donándose física y mentalmente,
desatando ligaduras, recobrando delirios,
logrando que la supremacía del amor
se manifieste en libertad
y se recupere la claridad de nuestro atrayente,
especial y único amor incierto.


                    VI



Entrega sin fronteras.

Amarnos es llegar sin límites,
superar los márgenes de la templanza,
entrelazar nuestros cuerpos
como si fuera la primera vez,
mirarnos a los ojos
como cómplices de nuestro amor incierto,
y fundirnos en un abrazo apasionado
sin cautelas, temores ni reservas.

¡Oh! Caricia interminable, dominadora,
que nos envuelve y no nos deja pensar sino amar,
¡Oh! temblor de nuestra piel enardecida,
sacudida por el terremoto de la pasión,
herida por la bravura de la alternancia,
que nos lleva al éxtasis de los amantes
en una enloquecida carrera de sensaciones.

Cuando en un instante descubrimos nuestro contacto
y nos miramos, y nos sentimos,
no existen ya distancias sino cercanías,
un olvido absoluto de los dogmas
y una entrega apasionada de nuestros cuerpos.

Nuestro amor no tiene fronteras,
al sumergirse en un mar de concesiones,
que sólo permite la profundidad de los sentidos
en el silencio íntimo de los contactos.
¡Ah! qué aventura inédita vivimos,
en este intercambio de voluntades,
sintiendo la locura del amor.
¡Ah! qué pausas y arrebatos se suceden
en este encuentro de besos compartidos.
Cuando al amanecer nos descubrimos,
despiertos pero aún soñando,
encontramos la realidad nunca olvidada,
la verdadera razón de nuestro amor incierto.


                    VII



Tú y yo.

Tú y yo hemos encontrado juntos una abertura
entre montañas de dogmas y recelos,
recibiendo la claridad de los momentos
únicos y emotivos de nuestro amor incierto,
soslayando amenazas míticas,
sintiéndonos sobrecogidos y temerosos
por gozar la inédita y limpia fusión
de nuestras almas y de nuestros cuerpos.

Tú y yo. Lo demás no importa.
Vuelan los pájaros sobre los bosques y montañas,
destellan los charcos plateados por la luna,
abre el viento caminos entre las nubes altas,
enciende el sol la tierra, zumba la moscarda,
doblan las campanas, silban las culebras,
y se ciernen sobre nosotros las alegorías,
las leyendas bíblicas, los límites, los mantras,
mientras nosotros estamos viviendo nuestro espacio de libertad,
aprendices de la lucha en esta guerra sin cuartel,
creada por nuestro entrañable y valeroso amor incierto.

¿Te das cuenta, amor, que nos amamos,
y sólo existimos nosotros dos
fusionados por un amor esencial
gracias al cual yo estoy en ti y tú en mí?

¿Verdad que nuestra vida es ahora maravillosa,
que nuestra entrega es especial,
que ha valido la pena nuestra mutua atracción?

El amor que estamos viviendo,
nacido desde la hondura abisal
es ahora plenamente aceptado por la brisa,
los pájaros, las nubes, los charcos plateados
y las campanas, que suenan movidas por el viento
de nuestra pasión inédita hasta ahora
que nos hace respirar un aire nuevo,
lejos de las oscuras profundidades
en que se ocultaba nuestro amor incierto.


                    VIII



Elogio de la contemplación.

Llegado el amanecer, furtivos los sentidos,
entregados tú y yo al sosiego del descanso,
evocando levemente el delirio de nuestro abrazo,
nos contemplamos mutuamente emocionados a la luz del alba.

Anoche conocimos la magia del encuentro,
la frenética invasión de nuestra personal intimidad
y ahora presenciamos, de forma fascinante,
la prístina y cercana realidad de nuestros cuerpos.

¡Cuánta quietud, qué silencio!
entrelazadas emociones y voluntades
ceden el paso a la caricia de nuestra mirada,
sobre una belleza inmóvil compartida.

El enardecimiento dejó paso a la contemplación
y la escasa luz del amanecer dibuja las líneas
de los aún palpitantes cuerpos de los amantes
en el descanso reparador del lecho.

No ha sido todo un sueño, no es el resultado
de una imaginación desbordada,
hemos sido capaces de traspasar los límites
y entregarnos a la deseada locura del amor,
de ese amor intenso, antes incierto,
ahora prueba irrebatible de nuestra libertad.

Contemplarnos es encarnarnos de nuevo, emularnos,
alcanzar el éxtasis de la contemplación plena,
equilibradas las eternas dudas y certezas
por una realidad prodigiosa de nuestro amor incierto.


                    IX


Búsqueda de la permanencia.

No quiero, no puedo, me rebelo
contra una posible versatilidad de nuestro amor incierto;
la pérdida de nuestra permanencia
no debe destruir nuestro perfecto idilio,
no pueden existir deliquios, ni silencios oscuros,
sólo nuestro amor, sólo nuestra entrega,
sólo la fortaleza en la inmensidad de nuestro nuevo espacio.

Mirando tu cuerpo desde la incertidumbre,
arropados por nuestro único aroma de amantes,
quiero esconderme en tus ojos, en tu piel, en tus manos,
y establecer nuestra fusión definitiva,
anclar nuestro amor en el fondo
de nuestro mar de sueños, ilusiones y proyectos,
ancorado de tal manera
que no pueda levarlo ninguna tormenta,
y ninguna incomprensión nos pueda hacer caer
en una falta de delirios y querencias.

Defendamos la permanencia, la espesa certidumbre,
la entrega apasionada de nuestra ternura,
en esta difícil accesión al interior de nosotros,
olvidando los desmayos, los errores,
los desaciertos, las omisiones, el miedo,
y luchemos por nivelar nuestros sentimientos
acercando distancias y potenciando nuestra intimidad.

Permanecer juntos es lo importante,
amarnos con locura , invadir nuestro espacio
con la verdad que viene desde la hondura de nuestro amor,
sabernos nuestros, sentirnos nosotros,
abrazar cada vez con mayor ímpetu
ese delicioso encuentro de deseos y voluntades
que nace de la auténtica naturaleza de nuestro ser,


                    X




Nuestro amor incierto en modo infinitivo.
    (Amar, vivir, conocer, sentir, pensar)

Haber amado, eso es lo importante;
desde la hondura de nuestro ser
nos hemos amado sin límites,
olvidando normas y fronteras, viviendo el delirio soñado,
unidos en un acto de amor profundo, un éxtasis
que nos ha hecho conocer nuestra plena felicidad
nunca antes alcanzada y ahora evanescente.

Haber vivido el amor incierto,
avivar nuestros sentidos, descubrirnos,
ofrecernos la emoción de conocernos
pero amarnos siempre en modo infinitivo
con el riesgo de olvidar, cambiar, desertar,
y no encontrarnos más en nuestro futuro.

Haber conocido el amor plenario
y saber que podemos perderlo,
sentir la inquietud de incumplir las promesas,
y traicionar la esperanza
en el crepúsculo de nuestro pensamiento,
cuando creemos que todo está preterido
y ya nada puede renacer en nuestra alma.

Haber sentido la abrasión de nuestra piel
en la efusión de nuestras caricias
comprometernos, querernos con pasión,
sólo pensando en el otro para olvidar lo subjetivo
y darnos con calor el abrazo
de nuestros deseos compartidos y diluidos
en este amor incierto revelado.

No haber pensado en el fin de nuestro encuentro,
creer que nuestro amor era infinito,
desconocer los tiempos y las fuerzas
y encontrarnos con el final nunca previsto
de este nuestro ahora evanescente
y cada vez más deseado amor incierto.



domingo, 29 de abril de 2012

Desde mi ciudad análoga.



A mi querido hermano Francisco Javier, que viajó hacia su ciudad análoga el pasado dos de abril de 2012,
en recuerdo de nuestras últimas y maravillosas conversaciones sobre su tesis doctoral de arquitecto.

Desde mi ciudad análoga.

Si pienso que mi vida es una historia
de objetos, cosas vistas con afecto,
que sirven a mi ser, a mi memoria
como base eficaz de mi proyecto,
de asociaciones y correspondencias,
arquitecturas y transposiciones
que van elaborando mis esencias
con analógicas comparaciones,
creando suficientes resonancias
dentro de mi mente investigadora,
habré quizás hallado las sustancias
que permitan la paz que perdí otrora,
e iré creando mi ciudad análoga
mi propósito personal de vida,
como escribiendo una sencilla égloga
sin palabras y sin alternativa,
describiendo las cosas deseadas,
compartiendo las autobiografías,
con las personas más disparatadas
de mi comunidad de geografías.
Y así llegar al enrarecimiento
que los ancestros griegos plantearan,
listo mi corazón para el momento
de compartir la paz que dibujaran.

jueves, 22 de marzo de 2012

Personal silencio.






Personal silencio.



La clepsidra de mi tejado


cuenta lentamente las gotas de vida

de este amanecer lluvioso.

Se oye el rumor de la lluvia

que cae, densa, salpicando

el cristal de la ventana de mi habitación.

Me asomo al borde del espejo

y me contemplo en el fondo

incorpóreo y silencioso,

te miro, te acercas al borde

y me miras a los ojos

con una mirada que me escruta,

aterradora,

queriendo penetrar en el interior de mi alma.

No tengo valor para cerrar mis ojos, tus ojos,

este es el instante de la sinceridad,

el final de la historia,

aquí ya no hay aplausos,

ni excusas, ni subterfugios,

sólo el silencio.

El otoño ha clamado su derecho a existir,

a manifestarse, 

dentro y fuera de mí.

Ya no hay pájaros que vuelen,

hay soledades,

una figura sin márgenes,

una barba de nieve

apenas suavizada por la luz,

una desvaída y lejana mirada,

un latido que se confunde

con el silencio del espejo.

domingo, 18 de marzo de 2012

Exposición de pinturas José I. Jiménez-Ontiveros

Queridos amigos: tengo el placer de anunciaros que, a partir del próximo día 19 de marzo se expondrá en la CASA DE CANTABRIA de Madrid, la obra pictórica de mi hermano José Ignacio. Adjunto un anuncio de la exposición. José Ignacio ha realizado exposiciones en España y diferentes países de Europa y América, siempre con excelente críticas

Os animo a visitarla. Un fuerte abrazo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Elecciones parlamentarias en España..

             Mis mejores deseos para el domingo día veinte de noviembre de 2011

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cuando pienso que existes.



Cuando pienso que existes y estás a mi lado,
sólo el permanecer importa,
estar en silencio, pensarte en silencio,
adivinar tu mirada, delinear tus márgenes,
abrazar tus pensamientos,
saber que vives conmigo y en mi.

No existe ya el tiempo de la incertidumbre,
sólo de la verdad y el asombro.

Cuando me miras y sonríes,
en tus manos recibes mi alma,
fascinada por esta permanencia,
y se vuelven tan cercanas tus cosas,
se condensan tanto mis sueños,
que las lágrimas tienden a evadirse de mis ojos.

No tengo valor para dejar de mirarte,
te necesito tanto, me desconciertas tanto,
que yo tampoco de ti podría evadirme,
porque tus ojos son mis ojos,
y tu encanto mi encanto.

Si te hablo de amor es de mi entrega,
de mi permanencia en ti,
y es en tu esencia donde quiero encontrarme
unido con un vínculo eterno, inalterable,
a la suavidad de tus manos
y a la ternura de tu mirada.


sábado, 15 de octubre de 2011

A Paul Cézanne en su soledad personal.

                                                      Paul  Cézanne- Autorretrato.




Soledad
en el espacio,
donde la  naturaleza se moldea
con pinceladas prietas y espesas
sobre una geometría de conos,
cilindros y esferas.

Soledad
donde el mundo nuevo se moldea
sobre figuras geométricas
con entornos
repetitivos,
sensibles,
exploratorios.

Soledad,
efusión naturalista,
expresión personal
donde tus rasgos sobrepuestos,
amalgaman los colores vivos
de tu mundo real.




lunes, 10 de octubre de 2011

La ermita de Santa Lucía.



Ermita de Santa Lucía. Alcocéver.


Te contemplo desde el valle,
ermita de Santa Lucía,
blanca y nítida en tu refugio de la montaña;
te busco desde la playa,
desde la carretera,
a través de los almendros y de los naranjos,
 y siempre te hallo dibujada allá arriba,
blanca y nítida, en la montaña.

Cuando te encuentro,
porque eres mi referencia
y percibo tu imagen, pequeña en la distancia,
no puedo dejar de mirarte
porque me sentiría perdido,
ni puedo dejar de amarte
porque eres parte de mi existencia.


Aunque no te vea, te presiento,
sé que estás allí, inamovible,
vigilante del mar,
más alta que las gaviotas,
protegiendo las playas y el valle
con tu presencia,
escuchando el rumor de las olas,
acariciada por el viento del nordeste.

Hoy he vuelto a estas tierras de la plana
para contemplarte una vez más
porque no quiero que tu imagen blanca
se diluya entre los viejos recuerdos
porque no quiero olvidarte,
porque no quiero perderte,
porque no quiero morir sin volver a verte.






domingo, 9 de octubre de 2011

Empatía.





Tomé la decisión de que este blog sirviese como una recopilación de mis ideas, apuntes, poesías, músicas, amigos, sensaciones, anécdotas, recuerdos... Por ello, si te has conectado, habrás encontrado a un amigo que desea compartir contigo su mundo interior, tan difícil de comunicar en la vida normal. Lo importante no es detallar cada apunte, ni publicar escritos enrevesados, ni exponer teorías originales, ni contar o recontar sílabas. Lo que pretendo es que,al salir de mi blog, te lleves una impresión personal favorable,algo sobre lo que puedas construir una relación a distancia conmigo y que me recuerdes alguna vez como alguien con quien merece la pena comunicarse.
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viernes, 7 de octubre de 2011

La mesa vacía.

La mesa vacía.


¿Por qué estás tan callado, es que no puedes vernos,
no ves que ya no hay platos en la mesa vacía,
que no se ven  los niños, que ya no hay alegría,
y que nuestros silencios nos parecen eternos?.

¿Dónde estás escondido que el gallo ya no canta,
el gato no se lame, el lagarto se esconde
porque el sol no aparece y no se sabe donde
arrullan las palomas, y el reloj no adelanta?.

Qué blanca era la aurora, y qué verde la hiedra,
y qué fuerte la lluvia sobre el campo caía,
pero ahora ya no hay platos en la mesa vacía
y ni siquiera el musgo puede cubrir la piedra.

Ya no quiero usar yeso para unir las junturas,
ni repintar la casa, ni cuidar la fachada,
porque tú has conseguido que en mi nueva alborada
ya no existan colores  que salven mis pinturas.

Tanta ha sido la quiebra de mis planes de vida
que la culebra escupe su veneno en mi palma
y el amor ya no existe, que se me rompe el alma
y a torrentes la sangre se escapa de mi herida.


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lunes, 26 de septiembre de 2011

La noche y los niños.



Tumbas de niños en Lekeitio.
(Fotografía de Paloma Jiménez-Ontiveros)


La noche y los niños.

La oscuridad resbala
por las laderas de los montes,
derramándose lentamente
sobre la superficie de la tierra,
apagando sus calientes latidos,
destapando los ruidos de la noche
bajo la mirada cómplice de las estrellas
que van surgiendo, simultáneas y brillantes,
en los espacios infinitos,
y la tierra queda invadida por la oscuridad.

¿ Cómo
somos capaces de entregar
nuestros muertos a esta tierra antropófaga,
devoradora de encarnaduras,
deshacedora de huesos,
vestida de negro por la oscuridad de la noche,
noche negra que nos produce angustia y miedo?.

Los niños son enterrados en cajitas blancas,
devueltos al seno de la tierra
y allí quedan solos, sin besos ni caricias,
penetrados por el frío de la noche,
sin mimos, ni juegos, ni calor, ni vida.

Yo no quiero a esta noche negra y fría;
quiero a la noche de las caricias y los susurros,
de las meditaciones, de la lectura a media luz
y las confidencias en voz baja.


Quiero la noche para contar historias a los niños,
cerca de la lumbre de la chimenea,
mirar la luna a través de las ventanas,
contar sílabas rememorando sensaciones
y soñar con la llegada de un nuevo día
de luz y de esperanza.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ausencia.




Queridos amigos y amigas, compañeros en nuestro viaje poético y literario: a partir de hoy y durante un tiempo indeterminado, voy a estar ausente de este blog. Si alguno de vosotros tiene interés en ponerse en contacto conmigo, podéis hacerlo a través de "trigolaris@hotmail.com"   Un saludo cariñoso a todos vosotros. Fernando Jiménez-Ontiveros Solís.

lunes, 5 de septiembre de 2011

El poeta macanudo.








Mi amigo Josué Menjívar, natural de Honduras, me ha regalado un magnífico soneto suyo escrito con modismos hondureños, que me ha parecido original y bien construido.







El poeta macanudo.

No he sido nunca  hombre petacudo,
ni chabacán, ni cuja, soy soltero,
me porto siempre como un caballero,
creo que soy un tío macanudo.

Detesto el macaneo, soy pistudo,
muy bragado y gañán, mas no matrero,
no me sujeta ningún bramadero,
y tengo un paila porque soy manudo.

No soy mandadito, papo ni maje,
ni  hecho porra estaré para el trabajo,
venir de Honduras da categoría.

ser badulaque no es mi mensaje,
perjudica a mi patria,  y no rebajo
el hondo sabor de mi poesía.






Modismos hondureños:


Petacudo: Panzón o barrigón.
Chabacán: Bromista.
Cuja: Gordo.
Macanudo: Excelente, estupendo.
Macaneo: Riña.
Pistudo: Adinerado.
Bragado: Enérgico, arrojado.
Gañán: Fuerte, pendenciero.
Matrero: Traidor, solapado, astuto.
Bramadero: Poste para atar al ganado bravo.
Paila: Automóvil tipo pick-up.
Manudo: Que acaba de aprender a conducir.
Mandadito: Dócil.
Papo: Tonto.
Maje: Bobo.
Hecho porra: cansado, desalentado.
Badulaque: Medianía.

martes, 30 de agosto de 2011

Alcocéver.

Las Fuentes de Alcocéver.

No eres aldea, ni pueblo, ni villa, ni concejo,
eres una ola blanca que el mar ha depositado
entre los pinos y los almendros
junto a rocas y playas.

Silencio, paz, vuelo de gaviotas,
una brisa suave entre palmeras,
cielo azul, luz dorada,
flores rojas, setos verdes,
calles estrechas, sencillas,
un olor a pan recién hecho,
ruido de voces en un café,
rumor de olas en el acantilado,
montañas ocres que dominan los tejados,
una ermita blanca
y el mar.

Cuando llega la noche
las olas que mueren en la playa
centellean a la luz de la luna;
el mar respira tranquilo
moviendo con un reflujo silencioso
las barcas ancladas en el puerto marinero
que cabecean olvidadas en la penumbra
y las calles, hendiduras de color,
se dibujan en la oscuridad.

Se charla en las terrazas,
suena la música en los bares,
los vecinos pasean junto al mar en calma,
profundo, oscuro, inmenso y cercano.
La evasión es patrimonio de la noche
cuando la luz en las cosas se extingue.

Al amanecer atravieso tus calles vacías,
las casas blancas se reflejan
en el espejo de la mar en calma
y las olas, al romperse,
dibujan franjas de encaje
en la orilla de las playas
Unos pinos corcovados rodean
el camino hasta un ramblar
que muere en una playa de piedras
esculpidas por el viento y el agua.






martes, 9 de agosto de 2011

El túnel del viento.


El túnel del viento.



Estoy construyndo un túnel del viento
con mis manos juntas, en el vacío,
sabiendo lo vehemente que es el aire
cuando desciende del cielo y se encuentra
con la creación humana, rompedora
de las vírgenes líneas naturales,
de las distancias y de las alturas,
de los colores y de sus matices
quebrando las formas de nuestro mundo.

No hay nada que enfurezca más al viento
que la arquitectura demoledora
creada por los hombres narcisistas,
delineando planos de diseños
que se apoyan entre sí, que se enrollan
para desplegarse sobre los campos
hasta entonces creación esplendorosa
del arquitecto impar del universo.

Al nacer en las cumbres montañosas
la brisa nueva comienza su curso
y baja lentamente hasta mis manos,
en la frescura de la madrugada,
dándome el sortilegio de la vida,
renovando las fuerzas de mi ser,
recordándome de nuevo que existo.

No he realizado planos ni dibujos,
el túnel lo he guardado en mi memoria,
y puedo describirlo con mis manos,
en él será pacificado el aire,
y podré respirar esta suave brisa
entre las paredes que he diseñado
para evitar la densidad del viento.






lunes, 8 de agosto de 2011

Muerte en la trinchera.



Muerte en la trinchera.

¿Soldado, de qué vaso bebiste
el barro de tu trinchera,
dónde dejaste tus alas,
alondra de fantasía?


Dime…allá en el fondo,
¿limpiaste el lodo que cubre tus alas
o seguirás volando un instante
y elevarás tu vaso
para brindar por tus amigos,
ahora que sí están contigo,
en el barro ¡ay! de tu defensa de muerte?




¿Fuiste capaz de beber tu vaso
gota a gota
o brindasteis juntos
soñando, idealizando, uniendo
la muerte y la victoria,
vosotros, perdedores absolutos,
sin medios para escapar del terror,
sin alas, sin luz, sin esperanza.,
sumidos en el barro sucio
de un exasperante agujero sin salida?




¿Dónde quedaron los himnos y banderas,
las voces, las canciones, las arengas?




El silencio llegó por delante
de un rumor lejano de salvas artilleras,
nubes de plomo barridas por un viento
de odios, y enfrentamientos lejanos
que llegaron puntuales,
interpretando una sinfonía completa
de estruendo y de dolor.




El beso de amor de despedida,
que dejó impregnados de amor tus labios,
ahora esculpidos por el barro,
quedó prendido en la alambrada,
sin tú poder recuperarlo,
en tu imprevista, letal, caída en la trinchera.





martes, 2 de agosto de 2011

Cuando pienso que existes.






Cuando pienso que existes. 

Cuando pienso que existes y estás a mi lado,
sólo el permanecer importa,
estar en silencio, pensarte en silencio,
adivinar tu mirada, delinear tus márgenes,
abrazar tus pensamientos,
saber que vives conmigo y en mi.

No existe ya el tiempo de la incertidumbre,
sólo de la verdad y el asombro.

Cuando me miras y sonríes,
en tus manos recibes mi alma,
fascinada por esta permanencia,
y se vuelven tan cercanas tus cosas,
se condensan tanto mis sueños,
que las lágrimas tienden a evadirse de mis ojos.

No tengo valor para dejar de mirarte,
te necesito tanto, me desconciertas tanto,
que yo tampoco de ti podría evadirme,
porque tus ojos son mis ojos,
y tu encanto mi encanto.

Si te hablo de amor es de mi entrega,
de mi permanencia en ti,
y es en tu esencia donde quiero encontrarme
unido con un vínculo eterno, inalterable,
a la suavidad de tus manos
y a la ternura de tu mirada.´


sábado, 16 de julio de 2011

A Nugalla.

Un remanso de paz.




Un hórreo.


A Nugalla.




Siempre quise morir en A Nugalla,
envuelto en la armonía del paisaje,
recreando su paz  y rendir  viaje
cuando cantan sus grillos  y ella calla.

Verdinegro herbazal, una rocalla
recibe en un regato el oleaje
de la luz de la luna  y su mensaje
remansa la quietud que en ella se halla.

A Nugalla, tus sendas  son de piedra,
vastos tus campos, ágiles tus ríos,
verdosos tus arbustos y  praderas,

tus casas duermen en  la eterna  hiedra,
herencia de los grandes señoríos,
y sueñan sus historias verdaderas.


viernes, 15 de julio de 2011

Poemas de Fernando Varela.


A Nugalla. Pontevedra. Casa de Fernando Varela.




Mi admirado poeta gallego Fernando Varela me ha enviado estos dos bellos poemas.Me parecen un gran creación poética y me he permitido hacerlos entrar en mi blog personal.


Había una luna.


había una luna
breve
como delgado amanecer
como pozo infinito
en un lugar sin tiempo
sobre la hondonada gris y la ciudad de plata
destello de guadaña
vibrando en el aire
(también tú lo sabes)
cantando la canción inmóvil
vuelve
vuelve
y el cielo es denso
y solo respira
vértigo y distancia
como pétalo marchito
de una flor perdida
como cereza muerta
sobre el mármol
blanco.




Madrid.


palpitar de pasos y
avenidas,
velo que cae
desde lo oculto de tus venas
anómalo placer como la cuerda de un suicida
o su pobre compañía
madrid o la noche
rostro sobre un filo ardiente
campo yermo donde el crepúsculo o la nieve
precipita un llanto lento o una
fatiga breve
naufragio desandado
recomenzar incierto
sin mar ni vuelo de palomas
es tu camino solo
tu marca o tu destino
sin origen ni descanso
trenes en desahogo sobre un límite perverso
que no llega ni desmiente
mirada incompleta
aliento definitivo que por serlo no termina
sino empieza
madrid
dos sílabas no altas no clavadas
en un llano inerte
como la sombra sola o
una verdad que no se dice.



jueves, 14 de julio de 2011

La luz de tu mirada.





La luz de tu mirada.




Deslumbra la mirada soñadora
de tus ojos abiertos a la vida,
es verde su color y es bienvenida
su clara lucidez abrasadora,

tu corazón es justamente ahora
una llama de amor estremecida,
esa fuerza vital de bienvenida
que abre mi alma con luz demoledora.

No dejes de mirarme, vida mía,
necesito sentir que me acaricias
y aclaras la penumbra  de mi tarde,

no dejes que se pierda mi poesía
en soledades raras o ficticias
mientras mi amor por ti se enciende y arde. 


miércoles, 13 de julio de 2011

Pánico al pensamiento mediocre.



Pánico al  pensamiento mediocre.


No sé por qué pero le tengo miedo,
esté lejos o cerca, me amedrento,
no soy capaz de verle y le presiento
tan inmediato en mí que ya no puedo

decidir si me voy o si me quedo,
si permanezco aquí o si me ausento,
porque se trata de ese pensamiento
que desarticular persigue con denuedo

las débiles ideas de mi mente,
sin poder defenderme de su fuerza
ni poder aumentar mi resistencia.

Pánico me da su impulso permanente,
que su mediocridad en mí se ejerza
y reafirmarse pueda en mi conciencia.


viernes, 8 de julio de 2011

Vida nueva.





Vida nueva.




Toda mi mente, fértil y sembrada,
extraídos los cantos y las piedras,
está esperando ya la nueva vida,
mensajera de las nuevas ideas,
para aliviar la sequedad habida
en sus viejas raíces, instaladas
casi como una permanente y dura
herencia de los años de sequía.
Romper la densidad establecida
es ahora un desafío nuevo,
un torrente de conceptos actuales,
una aventura tan exuberante
que merece la pena ser vivida
iterando lo antiguo y lo moderno
a los ya conformados elementos
que fueron en mi pasada existencia
meros factores de supervivencia.
¿Será verdad que soy un hombre antiguo,
que estoy al margen de la novedad,
que va a costarme un despiadado esfuerzo
aceptar estas tendencias que vienen
como un soplo de aire fresco y limpio
para renovar mi antigua estructura
sin dañar mi capacidad creadora?
Sigo pensando que el hombre trabaja
para alcanzar la perfección humana
y todo lo que nos lleve a ese fin
es correcto y bueno si es ejecutado
de acuerdo con las normas del amor,
de ese amor superior que nos impele
a luchar por cumplir el objetivo
de la humanización total soñada.
Los ángeles nos observan, a veces
quieren compartir nuestro compromiso,
y se acercan con el fin de ayudarnos
con el soplo angelical de la fe.
Trabajar por la perfección del mundo,
pensar que es verosímil o probable,
estar cerca del concepto divino
creyendo en el destino de los hombres,
tratar de unificar el universo
juntos con el supremamente uno,
será un trabajo conjunto y recíproco.
¿Y los dioses, conocen nuestra esencia,
han formado parte de nuestra vida,
o son cínicamente observadores,
de nuestra eterna lucha sin cuartel?
La vida es bella y comprometedora
si tenemos en cuenta la verdad,
y ese es el camino de la victoria
en una batalla densa y antigua
inserta en la neblina de los tiempos.
¿Pero cómo soy yo, soy un conjunto
de rosas y espinas o sólo brotes
de pétalos que serán olorosos
con el sol y la lluvia de mis versos?
La belleza de la muerte, su imagen
serena y acogedora, influye
en el olvido de mis sentimientos
amorosos y tiernos, y resuelve,
a favor y en contra, dependiendo
de ese carisma, que a veces desciende,
la realidad de nuestro compromiso.
¿Es tu luz mi luz, es mi amor tu amor,
podemos terminar nuestro proyecto,
juntos, bajo el amparo de los dioses,
o nada existe y es todo ficticio?
El vago enjambre de vanos fantasmas,
como dijo Espronceda, ¿tanto puede
desconcertar el alma del poeta,
que ya no sea capaz de entenderte,
y reflejar verso a verso tu cara,
tus manos, tu sonrisa, tu figura,
e integrarnos los dos en un poema
que el tiempo nunca pueda destruir?
El tiempo es eterno cuando te miro,
e intento profundizar en tu mente
mirando fijamente tus pupilas,
tratando de leer tus pensamientos,
para saber si tu amor se refugia
por conservar su prístina pureza.
Mirar tus ojos, sentir tu mirada,
oír tu voz, son mágicos momentos
a los que debo mi felicidad
y en ellos recupero mi descanso.
Yo creo en la esperanza, mas tengo dudas,
irrazonables quizás, pero sólidas,
y ella es la única que me sostiene,
densamente, como una salvadora
barca en esta tormenta perfecta,
equilibrando atajos y distancias.
La razón elabora las borrascas,
hincha las velas de la incertidumbre,
y no resuelve lo desconocido,
la esperanza será por el contrario
el faro esplendoroso y refulgente
que nos puede llevar a tierra firme.
Una vez establecida la calma
ligada la razón a la esperanza,
mi luz será tu luz, tu amor el mío.
La luna va trepando en la montaña
para alcanzar la cima deseada,
supera las barrancas e ilumina
los espacios oscuros del abismo;
si la claridad llega a lo profundo,
se esclarecerán sombras y misterios
prevalecerá la verdad oculta
y los dos volveremos a ser luz.





viernes, 1 de julio de 2011

Ausencia.




Queridos amigos, durante unos días me será imposible colaborar en la Red. Los médicos me sugieren un descanso. Gracias por vuestra amistad y ¡hasta la vuelta!
Os llevo siempre conmigo. Un abrazo.

domingo, 26 de junio de 2011

Pánico a la distancia.




V - Pánico a la distancia.



Me siento solo, lejos, a distancia
de lo que dejo ver en mi poesía,
puede que ya se esté acercando el día
en que sólo me acuerde de mi infancia.

No encuentro mi acomodo en esta estancia,
me da miedo sentir la cercanía
de lo oscuro, lo eterno, la agonía
de lo que constituye mi sustancia.

Pánico me produce lo lejano,
y no puedo escribir lo que yo siento
porque ya ni siquiera lo discierno,

mi problema es que soy un ser humano
y recibir la luz del pensamiento
más que una solución es un infierno.




viernes, 24 de junio de 2011

Pánico a la ceguera.


Jorge Luis Borges.


IV  -  Pánico a la ceguera.




Pánico a recalar en la ceguera,
sin poder navegar entre las cosas
y olvidar los colores de las rosas,
¡qué sería de mí si no las viera…!

No podría sentir la primavera,
en esas madrugadas silenciosas,
tener esas vivencias prodigiosas
con mi balcón cerrado de frontera.

Aunque yo no pudiera contemplarte,
con mis  ojos  cegados me parece
que acaricio tu imagen, tu mesura,

un miedo atroz me inunda y enloquece,
al no tener cercana tu figura
y pensar que no pueda recordarte.




lunes, 6 de junio de 2011

Pánico a perder la memoria.




III - Pánico a perder la memoria.



Hubo en mi infancia luchas y trincheras,
horas sin sueños, noches desveladas,
trágicas y violentas madrugadas, 
y un país agrietado en sus fronteras.

He compartido tristezas verdaderas,
sobre mi frente escritas y guardadas,
jamás podré olvidar guerras pasadas
y nunca aceptaré las venideras.

Siento pánico al ver en el olvido
toda nuestra experiencia del pasado;
temor a que se olvide nuestra historia,

la de un pueblo dictado y sometido,
por la modernidad hoy relegado,
que siempre estará vivo en mi memoria.