lunes, 5 de julio de 2010

Búsqueda.



Búsqueda.



Intemporal.

Mi vida no es más
que una transición,
el tiempo no importa,
la distancia está marcada,
y lo único que permanece
es mi sustancia.

Todo lo que tengo,
existe en mi exterior,
nada permanece
dentro de mí,
porque mi sustancia
es eterna

y las cosas que poseo
son temporales.

Sólo se graban
en mi estructura
la intuición y la razón,
que son quizás
algo intemporal,
y puedan acaso coexistir
con mi esencia
en la eternidad.


La razón pura
me enloquece,
la intuición
me aproxima.

¿Podrá mi intuición
reemplazar a mi razón?
¿Puede el fuego apagar la lluvia?


La esencia.

Soy la profundidad,
la nada,
o un rayo de certeza?

¿Puede la razón,
la intuición o la osadía,
llegar hasta el fondo
sin alterar mi sustancia?

Soy como me han creado
el espíritu del viento
la humedad del agua,
y la llama del fuego.

Y así me considero,
disgregada el alma,
leve el pensamiento
y cálida la esencia.

Sobre mis hombros
el tiempo y la distancia,
la insólita razón,
la búsqueda del ser.

Y en mi haber,
¿la profundidad,

la nada
o un rayo de certeza?



Las alas de las mariposas.

Los rayos del sol parece que incendian
las alas de las mariposas,
pero su tejido es tan leve
que pueden seguir volando,
y lo que pudo ser incendio
se convierte en abanico de colores.

Al contrario ocurre quizás con mi sustancia,
tan leve y frágil
que ni el rayo puede alcanzarla,
ni la luz conformarla,
y los colores se convierten entonces
en una penumbra interior,
en un temblor de ideas disgregadas,
sin proyecto, sin matices,
con la única alternativa del silencio.


Adentrarse en el bosque.

Caminar y caminar
sin un proyecto,
no ver nunca la luz,
esquivar las sombras,
mientras los árboles te miran,
inánimes,
quizás un débil temblor,
un estremecimiento,
algún sonido,
pero siempre la soledad y el silencio.


El principio de la vida interior.

La vida se refugia
en el interior de los alcores,
convertida en agua,
empapándose de antiguas humedades.

Algo nace en la penumbra
de sus cuevas milenarias,
sumándose las gotas
en el silencio interior,
en la soledad oscura,
construyendo catedrales,
unicornios blancos,
escaleras de cuarzo,
lágrimas de hielo traslúcido
escribiendo las páginas
de un libro sin principio ni final.


Los jazmines de la infancia.

Hoy he plantado en mi jardín
jazmines, tomillos y albahacas
revolviendo la tierra y las semillas
con mis manos limpias,
mezclando materia y sueños,
en un renovado intento
de revestir mi vida
con nuevos aromas y colores.

¿Vendrá la lluvia de la primavera
a transfundir de nuevo
con sus gotas menudas y leves
el aliento vital de su presencia?

Yo deseo que oler las plantas
de jazmines, tomillo y albahaca,
sembradas por mis manos limpias,
despierten mis ensueños
y los intensos, evocadores,
recuerdos personales de mi infancia.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Fernando, no exagero cuando te digo que puedo permanecer horas aquí y mis ojos no se cansan.
Me doy cuenta que comienzo a buscarte cuando no encuentro actualizaciones; y eso significa que me apasiona cada belleza que compartes.
Gracias por tan gratos momentos.Gracias por permitirme continuar respirando tus palabras.
Besos

Fernando dijo...

Resapirando entre palabras,gracias por tu comentario; de vez en cuando, sobre todo cuando los momentos en silencio se hacen eternos, una ayuda vital como la que tú me envías, me hace renacer. Un abrazo muy fuerte

Marisa dijo...

Es un lujo poder leer y
releer cada uno de tus
poemas tan llenos de verdad
y sentimiento.

Besos

Juanjo Almeda dijo...

Primero darte las gracias por compartir tus reflexiones en poesía.
Aquí, está parte de tu esencia.
Creo que reflexión es una búsqueda de nuestra u otras esencias, hecha ésta con incertidumbre, y ambas (reflexión e incertidumbre) unidas o ligadas con una cierta certidumbre. Osea que podemos hablar de algo profundo y no muy conocido o descubierto, con seguridad y certeza de nuestra conjetura, y, viceversa, hablar de lo que creemos conocido o descubierto, profundizando y buscando más en su transfondo (es lo que yo pienso).
Y, cómo no, coincido y comparto muchos de tus grandes pensamientos con su incertidumbre o sin ella, de tus sustanciosos poemas que sin dudas, son enriquecedores y de lo mejor que se puede leer.
"Lo intemporal, la razón e intuición, la esencia de qué somos, el no ver los colores o tenerlos como las mariposas, el silencio, andar por ese bosque, el manantial de la vida interior, y recuperar sueños o ensueños de la infancia". Quién no se ha preguntado sobre algo de eso y lo seguirá haciendo, pero no dicho de esta forma?
Hablas de algunos sonidos y sobre el silencio, creo que a veces el silencio nos tortura en su silencio, hasta que no eschuchamos sus sonidos.
Gracias por decirlo todo de esta forma, tan única.
Un abrazo nuevamente, maestro.

Fernando dijo...

Querida Marisa: otra vez te agradezco que leas mis poesías. No dejes de hacerlo, porque tus comentarios me dan vida. Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Querido amigo y poeta Juanjo. Me encanta que leas mis poemas con esa profundidad y talento que derrochas. Es muy confortable tener lectores como tú, que amas la poesía, y no te detienes en las formas, sino que profundizas en las ideas. La poesía libre es difícil, porque a veces no se consigue la musicalidad, el ritmo o la cadencia que pueden lograrse utilizando normas clásicas, porque uno se ve asaltado por conceptos y pensamientos que necesitan ser liberados con rapidez. Por ello es de agradecer que hayas leído mis poesías con detenimiento y me hagas observaciones propias de tanta entidad. Soy yo quien tiene que felicitarte por tus obsevaciones dignas de un buen pensador y poeta. Un fuerte abrazo ab imo pectore

Pluma Roja dijo...

Fernando, siento que todos tus poemas son profundos y filosóficos. Un gran contenido.

Saludos cordiales,

Fernando dijo...

Amiga guatemalteca: me agrada saber que te gusta la profundidad de mi poesía. Como filóloga, es un orgullo que me leas y me comentes siempre tu opinión. Te espero siempre en mis poesías. Un abrazo.

Jorge Torres Daudet dijo...

Caramba, Fernando, cuán prolífico (no profiláctico que decía uno que conozco) y fuerte que te hayas; éso es que has mejorado sensiblemente.
Y cómo has debido pensar estos dias de retiro para, si no escribir, recordar estos poemas tan trascendentales y filosóficos.
Cuando quieras hacemos filosofía en Sigüenza; estoy a la espera de tu recuperación, que lo permita.
Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Querido Jorge: estoy flojo de espíritu creativo, es cierto, pero me entretiene recordar viejos poemas. Siempre hay algún lector nuevo o alguno que no recuerda, y al mismo tiempo me sirve de estímulo ver que los demás siguen leyendo poesía. Leo mucho en estos momentos(Keats,Alberti,Aleixandre) pero sigo releyendo a mi amigo Juan Ramón. ¡Qué puedo hacer, es mi debilidad!. Cuando pasen estos momentos, invitaremos a nuestra sufridas esposas a un piscolabis juntos. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Maravillosa cascada de palabras donde se adivina tu esencia en busca de certezas.
Me han emocionado los versos de "el principio de la vida interior" y "en el bosque", de una forma muy especial.

Es un honor, maestro, que alguien como tú se digne pasar y leer las letras que salen de mi pluma.

Un abrazo.

Amelia Díaz dijo...

Llego y me embriago.
Me quedo, con admiración.
Volveré a empaparme de tu poesía.

Ha sido un placer encontarte.

Amelia

Mercedes Pinto dijo...

De nuevo aquí, disfrutanto con tus letras, con la belleza y profundidad de tus pensamientos.
Nuestra esencia... Naturalmente que está al margen del tiempo; pero este maldito cuerpo que nos aprisiona, que nos crea necesidades, que envejece...
Tal vez el último día sea el comienzo de lo eterno.
Un fuerte abrazo.

Mar dijo...

¡Qué agradable es leerte!... El tiempo parece que se detiene.

Maravillosos poemas.

Con tu permiso, volveré.

Saludos.

Marucha dijo...

Don Feernando,que sus escritos siempre me enseñan algo nuevo cada día.

reciba un abrazo donde mi cariño se haga presente para usted y su familia.

su amiga marucha.

Fernando dijo...

Queridos poetas y amigos: no he podido seguir haciendo comentarios y hablar con vosotros por la supuesta avería de nuestro blog. Gracias por vuestro interés y amistad a todos. Un fuerte abrazo,

Marcos Callau dijo...

Impresionantes poemas trascendentales, fernando. Ojalá seamos intuición más que razón. Que seamos el rayo de certeza y soportemos el peso sobre los hombros del paso del tiempo. Ojalá logremos salir del bosque y encontremos la luz, esa luz que nos trasmites en tus versos, amigo. El secreto quizá sea seguir soñando con alas de mariposas coloreadas bajo el sol, en eso alcores donde renace todo mientras escribimos el libro sin final. Un fuerte abrazo y gracias por tus textos que cada día me enseñan y ayudan más.