domingo, 3 de febrero de 2013

Un momento-



Caminábamos juntos
mis manos
en tus hombros
tus manos
en mi cintura
y no existía el tiempo.

Sólo existíamos
nosotros,
nada más tú y yo
caminando,
hablando,
soñando
sintiéndonos,
amándonos.


Sentí de cerca tu aroma
al besar
tu mejilla
mirándote
a los ojos
como pidiendo disculpas.

Tú me sonreíste
con ternura
y seguimos
caminando
hablando,
soñando,
sintiéndonos,
amándonos.

4 comentarios:

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Qué bella es la vida cuando ella se vive desde las alturas del amor con la sencilléz de quien disfruta de la dicha de amar y ser amado.
Tu bello poema, mi estimado Fernando, lo muestra con una claridad impresionante y con una belleza inigualable...hay en tu obra, evocación, nostalgia y también, lo percibo, la dicha de la fortuna tenida, me refiero al amor.
Un abrazo Fernando.

mariarosa dijo...

Bello poema. Con cierta nostalgia y a la vez tan actual.

mariarosa

Fernando dijo...

Gracias Gustavo: los que amamos y entre ellos te cuento, sabemos lo sencillo que es y al mismo tiempo lo grandioso que es estar junto a quien amamos. Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

María Rosa: gracias por tu comentario. Para mí es nostalgia, pero sigue siendo actual, porque amo a mi mujer más que cuando nos conocimos (y de eso hace sesenta años). Un saludo cariñoso.