jueves, 9 de octubre de 2014

Hablando de sonetos.8.Antonio Machado.






Podría seguir recordando estos sonetos que me acompañaron en mi juventud y mi vida entera. Quizás vuelva en el futuro a transcribir otros, porque considero que no podré resistir a daros la lata con estos recuerdos personales. Pero ahora voy a dedicarme a escribir mis poesías, apoyado en estos maravillosos recuerdos, para tratar de ponerme al día y creer que sigo vivo intelectualmente. Gracias por haberlos leído.




Esta luz de Sevilla...Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho.___La alta frente,
la leve mosca, y el bigote lacio___.

Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea,
A veces habla solo, a veces canta

Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.

Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.

5 comentarios:

Juanjo Almeda dijo...

Siempre es un placer venir a leer a tu blog, Fernando.

Te doy las gracias en respuesta al último mensaje que has enviado a mi correo electrónico y que he visto hoy mismo.

Cuídate.
Un fuerte abrazo

Fernando dijo...

Hola, Juanjo. Es emocionante leer estos sonetos, ¿verdad?
Yo me pierdo muchas tardes y anocheceres en la lectura de poemas de esta naturaleza. Un abrazo

Francisca Quintana Vega dijo...

Los sonetos son mi estrofa preferida. Ya hacía tiempo que no pasaba por aquí. Con el facebook...tengo casi abandonados los blog...aunque no del todo; de vez en cuando visito algunos blog amigos y subo alguna entrada. Espero que sigan bien de salud. Mi cordial saludo.

Fernando dijo...

Gracias por compartir este soneto, Francisca. Hace mucho tiempo qie no participaba yo en este bloi de poesía. El facebook no lo utilizo apenas. U n saludo especial con todo mi afecto.

Verónica Calvo dijo...

Pues a mi me encanta leer tus recuerdos poéticos, que quieres que te diga :)
Tu intelecto y creatividad siguen intactos. Estoy deseando leerte, a ti, un poeta enorme.
Y mientras, a disfrutar de sonetos, que me fascinan. Gracias.

Este soneto de Machado es puramente conmovedor.

Abrazos