domingo, 24 de octubre de 2010

Poesía y pintura en la Red.


Estudio en el barrio de Batignolles

Autor: Henri Fantin-Latour
Fecha:1870
Características:204 x 270 cm.
Museo:Museo de Orsay


Queridos amigos: como llevo un tiempo, por diversas causas, publicando poemas sobre pinturas, me he decidido a revivir un ensayo que hice el año pasado sobre poesía y pintura en la red. Comenzaba yo a participar en esta maravillosa red, por lo que me habré dejado en el tintero muchos poemas y poetas admirables. Pido por ello perdón.


En el Estudio en el Barrio de Batignolles figuran gran parte de los pintores del Salon de Refusés, a quienes admiro.
El que está pintando es Edouard Manet, el que mira de frente es Claude Monet.

***********


Creo que es conveniente recordar lo que escribí anteriormente respecto a mi desordenada intención de reflexionar sobre la obra poética de mis amigos de la red. Se supone tal vez que cuando un poeta presenta unos estudios de crítica poética, lo ha de hacer con un ademán de pedir excusa; al poeta, según una idea órfico romántica normalmente vigente, le está vedado el uso del pensamiento por ser él instrumento pasivo de la inspiración, del fluido poético que cae desde lo alto o más probablemente, que asciende desde lo profundo de la tierra y le posee su embriaguez divina (José María Valverde). Yo creo, quizás también románticamente, que los verdaderos poetas han heredado, como Orfeo de Apolo y la musa Calíope, el don de la música y la poesía. Admito también, naturalmente, la importancia de la palabra, pero creo en esa inspiración inesperada y embriagadora de los poetas.

Cuando el poema nace de la ensoñación, como resultado de una profunda llamarada interna que viene desde lo alto, o de lo profundo de la tierra, no existen límites para su desarrollo, ni cauces referenciados a un fin determinado, pero cuando el poema nace de la contemplación de una pintura, todo cambia, y el poeta se encuentra con un objetivo concreto, quizás en el sentido que indica Vicente Aleixandre en su “El poeta canta por todos” de Historias del corazón:

Allí están todos, y tú los estás mirando pasar. ¡Ah,sí, allí, como quisieras mezclarte y reconocerte!


Porque la pintura está allí, frente a nosotros, desafiante, contemplada, esperando la decisión del poeta, como expresa tan bien Rafael Alberti en su “A la pintura”:

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desteñida.


Y es en esa contemplación cuando puede surgir esa llama creadora, ese fluido poético que describe en palabras el impacto que la pintura produce en el poeta, como observaba John Keats:

dejad entonces a la alada fantasía ir errante
por el pensamiento todavía extendido ante ella,
abrid de par en par la puerta de la jaula de la mente
y ella saldrá como una flecha elevándose hacia las nubes
.


Y desde esa contemplación, creados por una profunda inspiración y compuestos con una singular elegancia de ideas, palabras y metáforas, he podido encontrar diferentes poemas sobre pinturas de amigos de la red, decidiéndome por ello a realizar un breve comentario sobre las mismas. No voy a editar las pinturas correspondientes a sus poemas; si hay interés en contemplarlas, o leer la totalidad de cada poema, se puede acudir directamente a su blog en cada caso. Aquí sólo deseo reflejar la emoción que yo he sentido, también como poeta, al contemplar cada pintura y leer despacio cada poema con el fin de captar ese fluido misterioso que, sin saber cómo, de dónde viene y por qué, llega hasta nosotros.

Al encontrar una entrada con una poesía dedicada a una pintura, mi primera sensación es siempre la que tuvo aquel hombre (Alegoría de la caverna-Platón-Libro VII de la Republica) al salir de la oscuridad y acostumbrarse progresivamente a la luz. Miro en silencio, pausadamente, la imagen del lienzo, intento comprender lo que su autor intentó pintar, analizo sus detalles, sus colores y su luz, finalizo observando el conjunto de la obra y, a continuación, me detengo a leer sin prisas la poesía que el autor de la entrada dedica a esa pintura.

Tengo la obsesión al leer un poema, de captar el aroma personal que identifica la naturaleza del autor. Es una sensación poco explicable, probablemente una intuición, que me ayuda a situarme dentro del mundo del poeta. Es quizás el resultado de haber leído tanta poesía durante tantos años, lo que me permite probablemente adivinar la juventud o la madurez del escritor, o las fuentes en que ha bebido su cultura pero, no obstante. la inspiración inesperada y embriagadora de los poetas puede deshacer cualquier consideración práctica como la que acabo de exponer. Leído el poema y contemplada la pintura, siempre queda en mí una emoción interior nueva e irrepetible.

Un pintor excepcional, Vincent Van Gogh, ha sido comentado por diversos poetas de la red. Quisiera recordar aquí la poesía de Soledad Sánchez Mulas sobre su obra “El Almendro (1890)”, que describe la técnica y la emoción artística del pintor intuyendo su presencia en la fiesta de“La Fregeneda” para captar las esencias de un almendro en flor con estos deliciosos versos:

Debió embriagarse
con las olas de espuma de las copas,
con el mar de rosadas caracolas sonoras,
en la playa de fiesta de la flor del almendro.

e imitar los colores y formas de sus árboles:

Manar nudos fecundos en las ramas
arrolladores verdes,contundentes cinabrios,
algún violeta roto de tanto azul y rojo enamorado

No sólo emplea Soledad unas bellísimas metáforas sino que además demuestra un dominio de las técnicas y colores pictóricos. Yo, un simple aficionado a la pintura, le escribí para que me aclarara la palabra garanza, sobre la que ella no tardó en informarme gentilmente. Lo prodigioso de estos versos es que nos hace reproducir los colores en nuestro cerebro y nos llena los ojos de líneas y colores sin necesidad de contemplar el cuadro. Es el impresionismo puro.

Tengo que confesar que en mi adolescencia deseé aprender a pintar y tomé unas muy breves clases de pintura, sin ningún éxito entonces y a pesar de varios intentos, sólo he pintado unos pocos cuadros, bastante mediocres. Seguramente imité los tiempos iniciales de Rafael Alberti, primero la pintura, después la poesía, sin su vocación ni su energía vital, ni su altura creadora

Mil novecientos diecisiete
mi adolescencia, la locura
por una caja de pintura,
un lienzo en blanco, un caballete

Pude conversar con Rafael en mi afortunado encuentro ocasional con él en la calle Princesa cerca de la Plaza de España de Madrid en una de sus estancias en la capital. Le vi cargado con las bolsas de la compra y le abordé llamándole: ¡Rafael! Me preguntó ¿me conoces? Y yo le contesté con un poema que me sabía parcialmente de memoria:

Sobre tu nave —un plinto verde de algas marinas,
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar,
capitán de los vientos y de las golondrinas,
fuiste condecorado por un golpe de mar
.


Le hizo mucha gracia mi presentación y estuvimos charlando un buen rato en la misma acera. Le conté el impacto que me habían producido su libros “A la pintura” y "Marinero en tierra" Nunca olvidaré ese encuentro. (Ya conté este episodio en una entrada anterior de mi blog)

Hay otros poetas de la red que no sólo escriben poesías contemplando los lienzos de otros pintores sino que pintan sus obras para acompañar a sus propias poesías.

Este el caso de Laura Gómez Recas en su poema “Desideratum” donde acompaña a una bella acuarela con versos tan profundos como:

Hojas retorcidas por el tiempo
con colores inventados
esculpieron el asfalto
de rojo y amarillo
y el ocre retorciendo los caminos
con los pasos diminutos por la vida

fundiendo en sus versos pintura y vida, o su poema “Playa” en los que expresa su amor por la libertad y su atónita mirada ante la grandeza de la tierra y la fecundidad de la palabra

Fronda de un jardín libre
mandarina sobre frambuesa
la palabra se hizo viento
de emigración silenciosa
con voluntad de pandemia


Otros poetas como Jesús Arroyo, contemplando el cuadro “Mujer pintada” de Don Diego, evoca la ausencia de una mujer y hace promesas para recuperar su amor con estas bellas y rotundas promesas:

Si volvieras a esta casa
gris, falta de alegría
prometo pintar azules
al desierto de agonía
y verdes bajo cien lluvias

A veces, en la contemplación de la pintura y al conjuro de la fecundidad nacen las aguas de los ríos, tan diversas, unas veces silenciosas, otras deslizándose, otras de colores traspasados de sus riberas. Soledad Sánchez Mulas vuelve a enviarme su sentir poético con unos versos escritos al contemplar a G. Courbet,en Jóvenes a orillas del Sena, 1856-1857, óleo sobre lienzo, Musée du Petit Palais.

Rueda el cansancio, lento y recogido,
silbando en las orillas
Pero aún destilan vida
y me llevo el azul fosilizado
escurriendo tranquilo debajo
de los puentes.

Versos de un poeta en la red comparables a otros que siempre me atrajeron como los de Gerardo Diego en su “Romance del Huécar”:

Nunca vi un río tan íntimo
nunca oí un son tan de seda
en el resbalar de un ángel

Juan Ramón Jiménez en su poesía:

no se ve el agua
pero en su presencia oscura
se baña
la desnudez eterna
para la que el hombre es ciego.

los versos de Miguel Hernández sobre el río Tajo:

Eres todo de bronce navegable,
de infinitos carrizos custodiosos,
de acero dócil hacia el mar doblado

y los incomparables versos de San Juan de la Cruz:

¡Oh cristalina fuente
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
tus ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!

Participan en la red algunos pintores-poetas que nos envían sus pinturas acompañadas de poesías, como Adolfo Payés y poetas relevantes, como Noray, que nos envía sus poesías acompañadas de pinturas, a los que dedicaré otra oportunidad como crítico informal y amistoso.

Para terminar esta breve crítica sobre nuestra red y teniendo en cuenta que yo quise ser pintor, quise ser poeta, y soy el trabajador de esta entrada, me voy a dar la oportunidad de publicar dos brevísimos poemas escritos por mí sobre dos magníficos pintores:



Sorolla. El balandrito.



A veces el mar es el camino para mi alma,
desplegadas sus velas
por el empuje de mi niñez,
para hacer estela, sin conocer el rumbo,
sola en su inmensidad,
navegando hacia lo insondable,
sin entender la rosa de los vientos,
ni la luz de las estrellas.






Claude Monet. Camille y su hijo.


La brisa se llevó el color negro
y diluyó el blanco con los demás colores
para lograr la sutil, incorpórea visión de tu mujer
en una colina mágica de ensueños y de flores.

Pero ¿es posible pintar sólo con el alma,
sin pinceles ni óleos, sólo con la brisa del mar?
Camille enlaza la brisa, la luz y el movimiento,
mirándote desde su volátil y etérea lejanía.

La luz, la luz, el prodigio de tu pintura,
la forma subordinada, la elusión de las masas,
la espontaneidad al aire libre,la invasión del color
bajo tu luz.

30 comentarios:

Antoniatenea dijo...

Hay armonía en tu blog, placer por la belleza, placer por la pintura, la buena pintura y un estilo equlibrado y a la vez vital . Me gustó lo que le escribiste a Frank Rufino, se lo comenté a él. Me encanta poder descubrir blogas tan cargados de lirismo y de buen arte.
Besos!

Fernando dijo...

Gracias por tu comentario Antoniatenea, amiga. Sí,ví tu comentario en Frank Ruffino. A ver si se templa algo y empieza a disfrutar de la vida, sin refugiarse en las pesadillas y los espasmos alcohólicos. Yo llevo unos días con sonetos a la pintura. Todo empezó porque a un poeta contemporáneo y famoso le envié unos sonetos pidiéndole su opinión y no me contestó. Como me pareció una falta de educación, puse en la red los sonetos que le envié con el nombre de "sonetos en el silencio". Ahora me dedicaré a escribir algo más sobre pintura. Un cordial saludo.

silvia zappia dijo...

querido Fernando, ante la perfección de tu estudio no puedo más que guardar silencio y darte un gran abrazo.


saludos,maestro*

Fernando dijo...

Gracias, querida Rayuela. He puesto otra vez este análisis para que lo lean los nuevos poetas que me han ido conociendo a través de mis sonetos a los músicos. Como tú eres magister, tu opinión la agradezco enormemente. Un saludo.

Marcos Callau dijo...

Aplausos, mi querido Fernando por tan estupendo trabajo. Me han dado ganas de volver al museo de Orsay esta misma noche. Yo también quise ser pintor, po rinfluencia familiar, pero no llegué más que a unos bocetos basados en esculturas clásicas. Creo que me faltó constancia. La pintura y la poesía caminan, en mi opinión, siempre unidas. Cuando contemplamos una pintura surgen los versos y cuando leemos un poema surge una pintura en nuestro cerebro. Me ha encantado esta entrada, he aprendido mucho y em ah impactado sobremanera tu poema a "Camille y su hijo".

PD: Me encantra tu anécdota con Alberti.

Fernando dijo...

Querido Marcos, celebro que te haya resultado interesante mi análisis. La verdad es que hice un recorrido demasiado pequeño por la red y hoy sería mucho más profundo, porque hay poemas maravillosos. Respecto a ti, nunca es tarde para que reanudes tu pintura. Merece la pena. Un fuerte abrazo.

Mercedes Pinto dijo...

Como veo que nos has traído mucho y muy bueno, y quiero saborearlo como es debido, vendré mañana más despejada. He visto por ahí a Sorolla, ¡qué maravilla!
Nos vemos mañana.

Fernando dijo...

Mercedes, amiga, espero con mucho interés tu comentario, una vez hayas leído este análisis. Muchas gracias.

Juanjo Almeda dijo...

Amigo y poeta Fernando: He captado la diferencia de la poesía que fluye de ideas, pensamientos e incluso de sueños, y, la poesía sobre una pintura, gracias a tu profunda síntesis, reflexión y análisis personal. Ayer te decía, que poesía y pintura para mí eran cosas muy parecidas, porque pienso que el pintor puede plasmar y transmitir con colores e imágenes al igual que el poeta siente, piensa, y luego escribe. O sea que, la herramienta del pintor para decir su poesía es el pincel, y la del poeta escritor es la pluma. Estoy completamente de acuerdo con todo lo que nos cuentas, y, además de quedarme con todas tus palabras, me quedo con la magia de éstas: "...captar ese fluído misterioso que, sin saber cómo, de dónde viene y por qué, llega hasta nosotros." Gracias por tu trabajo, maestro. Un abrazo.

Fernando dijo...

Hola Juanjo, amigo y poeta. Me alegra que hayas sacado partido de esta pequeña síntesis. Para disfrutar de un cuadro es preciso estudiarlo con minuciosidad, y ponerse en en el lugar de su creador. Lo mismo que hacemos con las personas. Así se llega a disfrutar mucho de ls pintura. Un fuerte abrazo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

De ésta entrada, querido Fernando, qué te puedo decir... sólo que he disfrutado inmensamente leyéndola toda de principio a fin.
Mi agradecimientos por hacer de tus letras el alimento de nuestras almas.
Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Gracias, Terly, no te pases tampoco en esta entrada, Es un análisis de los que entregué al Presidente del Ateneo de Torrelodones para que considerase a nuestra red. Me lo agradeció mucho y dijo que era (éste y otros tres de distintos temas) muy interesante. Al cabo de tres meses, después de hacerme introducirle a Jesús Arroyo para ver si podía hacerse un reunión de nuestros poetas en Torrelodones, me dijo que todavía no había leido mis análisis, por falta de tiempo. Por cierto, me di de baja como integrante del Ateneo de Torrelodones y pienso dedicar mi corta existencia a recordar la poesía de tu padre, que encierra una gran verdad. Un abrazo.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

¡Qué maravilla! Parece una fotografía, el lienzo de los personajes del estudio. Y qué decir de Sorolla y de Monet.¡Me encantan!
Los poemas que les dedicas en estas entradas son extraordinarios y reflejan tu amor por la pintura.
Un abrazo

Mercedes Pinto dijo...

No puedo ni debo extenderme todo lo que se merece esta magnífica entrada. Desconocía la cantidad de poetas que este “irreal” mundo ponen su palabra al servicio de la imágenes que salen de las manos de otros. Es natural que el pintor y el poeta se entiendan, aunque utilicen diferente lenguaje, al fin y al cabo artistas son ambos y, como tales, vagan por el mundo con el corazón desnudo. Me estoy acordando de una vez que mi hijo pequeño me llamó a su cuarto para escuchar una canción que a él le estremecía: “Escucha mamá, ¿no se te pone el vello de punta?”, me dijo estremecido. Yo callé, y él volvió a hablar:” ¿Es que no me entiendes? “. “Naturalmente que te entiendo —acerté a decir—. No puedo emocionarme con esta música, pero sé lo que sientes: lo mismo que siento yo por otras”. Él se emocionó aún más. En definitiva, los artistas, sean cuales fueren sus disciplinas, son hermanos en el alma, son personas que no pueden evitar ver el mundo desde dentro. Estoy de acuerdo contigo, tanto el poeta como el pintor no buscan encontrar explicaciones, ni ofrecer soluciones, sólo dar salida a tanta vida.
Es una entrada sobresaliente, en la que se cuenta mucho y muy bien.
Felicidades.

Fernando dijo...

Hola, Juan, amigo.La pintura me atrae de un modo especial.También la música, a la que dedicaré mis próximos sonetos. Hay tanto arte hecho por los humanos, que no tenemos tiempo para disfrutar de todo lo realizado. Al menos, si reflejo mis sentimientos en mi poesía, mis herederos sabrán lo que de dsifrutado del arte. Un abrazo.

Fernando dijo...

Mercedes, amiga, qué verdad hay en todo lo que dices. La relación entre pintores y poetas es muy estrecha. Sólo basta con leer a los poetas para contactar inmediatamente con la pintura. Como bien dices, los pintores y los poetas damos salida a la vida desde nuestro interior. También la música, la música, la música. Ya hablaremos en corto tiempo de la música. Un cálido abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Fernando, he disfrutado muchísimo esta entrada, participando de tu gusto por la poesía y la pintura, por el arte, en una palabra.
Dices que pronto escribiras acerca de la música...lo espero con ilusión.
Consigues combinaciones maravillosas.

Un abrazo.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Estimado poeta y excelso maestro de la prosa:

Vaya disquisición sobre la poesía a partir de la pintura, arte que a mi juicio requiere no sólo del conocimiento explícito de la pintura y su técnica sino, también,la técnica de la poesía y mucho más allá que lo anterior, una impresionante capacidad de asombrarse ante la belleza. Tú tienes todo eso y te convierte, ante mis ojos y mis sentidos, en un erudito de la materia que aquí tratamos. Yo soy un admirador de la pintura y un consumado seguidor de la obra del gran Vang Goth (tuve la feliz oportunidad de visitar el Museo D´Orsay en París y contemplar la hermosa y fuerte pintura de Vang Goth)y muchas veces he sentido que me rondan versos en torno a su obra sin animarme, aún, a parirlos para que vean la luz de la palabra.
No me extraña que poetas como Rafaél Alberti, Miguél Hernández, San Juan de La Cruz, dejaran para la posteridad sus versos a partir de sus impresiones sobre el arte de la pintura. Es que se necesita de una gran dosis, como ya lo dije antes, de sensibilidad para poder captar la esencia misma del arte y ellos sí que la tenían.
Tú, maestro, me recomendaste un soneto que escribiste en honor de una hermosa y admirable dama, doña Paloma Corrales. Leí el soneto con una fruición especial y he visto su belleza y también el impacto que Paloma produjo a tus sentidos. Bello de toda belleza!!!!
" Una vertiginosa cabellera
en un áureo destello derramada,
una viva y ardiente llamarada
que retener por siempre yo quisiera..."
Aquí , mi apreciado Fernando, no sólo el poeta vuelca sus sentimientos o sus impresiones, sino que, además, pinta con el pincel de la palabra y el resultado es esplendoroso con la metáfora matizando el fondo del lienzo de los sentidos.
Maestro, rindo justo homenaje a tu sapiencia!!!

Fernando dijo...

Gustavo Figueroa, amigo y poeta: en tu comentario me haces unos elogios totalmente inmerecidos. Se trata de trabajar para captar el sentimiento y la emoción de los pintores e incluso de sus obras, que algunas veces, como puede ocurrir en nuestras poesías, superan lo deseado por su autor. Ocurre con frecuencia que las pintacotecas y museos se llenan de personas dirigidas por los medios de comunicación, sin que nadie les enseñe a ver y comprender los lienzos, visitados muchas veces para presumir de su "cultura". En mi entrada he tratado de explicar algo de esto y, al mismo, tiempo, enseñar obras de poetas que comparten nuestra red, con ánimo de estimular el trabajo de nuestros compañeros y animarles a escribir más sobre este tema. El soneto que escribí a Paloma Corrales, fué escrito para ser testimonio de nuestro encuentro en el recital de poetas de la Red en Alcalá de Henares. Su blog merece la pena ser seguido. Otra vez gracias por tu comentario y un fuerte abrazo de tu amigo en la poesía.

Fernando dijo...

Anabel,amiga, muchas gracias por tu comentario. Tanto la pintura como la música conviven con nuestra palabra poética. Tengo escritos algunos poemas sobre autores y obras musicales, que iré publicando poco a poco. Un saludo muy cordial.

José María Alloza dijo...

Amigo Fernando, creo que a partir de hoy te llamaré maestro. Es cosa de no perder esta entrada, que además de su pura belleza, tanto interna como en su estructura, es una magistral lección de poesía y escritura.
Acepta mis aplausos, y un abrazo.

Fernando dijo...

José María, amigo y poeta: de maestro nada, si acaso compañero de fatigas. Como ves, cada vez que tici un tema sobre poesía, hablo de mis colegas de la red. Hay que potenciar el intercambio de opiniones, mejorar cada día esta maravillosa técnica de internet, que nos permite leernos mutuamente nuestros trabajos sin necesidad de recurrir a editores o gobiernos. Tú eres un muy buen poeta, que he encontrado y no puedo ya perder de vista. Seguiremos leyéndonos y comentándonos. Un fuerte abrazo.

tinta negra dijo...

Eres un verdadero maestro
me dejas sin palbras cada vez que te leo!°


Saludos!°

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querido Fernando.
He disfrutado tus reflexiones sobre este mundo poético en donde pintura y poesía se hermanan. Yo, personalmente, nunca he escrito versos a lienzos, pero procuro pintar con palabras. Me gusta que mis versos puedan ser imaginados con facilidad. Y bueno, no me considero un pintor frustrado como dices tú que eres, pero me encanta la pintura y siempre tuve muchos amigos pintores. Un placer leerte. Un abrazo:
Tadeo

Fernando dijo...

Gracias,Tadeo, amigo y poeta. Si tienes disposición para pintar, no pierdas el tiempo y ponte en marcha. Yo lo dejé porque pintaba al óleo y la casa olía a pintura trodo el dia, pero se puede dibujar con carboncillo o pintar acuarela, que es muy gratificante. Te deseo mucha suerte. In fuerte abrazo.

Fernando dijo...

tintanegra, amiga, poeta, una vez más gracias por leerme, Me encanta que personas como tú lean mi trabajo que, al fin, es eso, trabajo. ¿estàs contenta con tus poesías?, Te deseo mucho éxito, Un beso.

Jorge Torres Daudet dijo...

Estimado Fernando, formidable tu trabajo; desbordas saber y buen hacer.
Tuve la suerte de ver el cuadro, entre otros muchos, Estudio en el barrio de Batignolles, en una maravillosa exposición que hubo este año en Madrid de los impresionistas.
Un abrazo.

Fernando dijo...

Jorge, amigo y poeta: volví a publicar este análisis para animar a mis nuevos lectores, para que participen en la red con todo entusiasmo. Gracias otra vez por tus animosos comentarios. Nos veremos, amigo Jorge. Un abrazo.

© José A. Socorro-Noray dijo...

En esta entrada das una clase auténticamente magistral, de esas que sólo los grandes maestros saben dar de forma sencilla. Es un privilegio saber que tengo a uno de los "grandes" entre mis amigos.


Un fuerte abrazo, Maestro.

Fernando dijo...

Gracia, Noray, poeta, mastro no los soy, pero sí muy amigo. Gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.