miércoles, 17 de noviembre de 2010

De la tierra.

Sierra de Filabres.


De la tierra.


La tierra de la que vengo es dura, pero fértil,
tiene brazos y muslos de agua cuando llueve,
si la piso me duelen las entrañas
y no duermo hasta hacerme perdonar.

Esa es mi tierra, ya lejana,
tan pegada a mí por el viento y el agua
que se convierte en mi propio barro,
del color de mi propia carne.

Se seca con el tiempo,
me aprisiona y me hace daño, y me grita
y me envuelve en su aroma,
tan lejano y ácido como un limón naranjero,
de un sur que fue en mi tiempo
enraizado en mi espina dorsal
diluyendo su ácido en mi sangre.

Siento que mi memoria se hunde
en ese barrizal y no puedo recordar
sólo intuir, quizás imaginar,
ya no hay restos,
sólo espinas de chumberas en el recuerdo.

Si tengo ocasión, enterraré en ella mi corazón
y lo repartiré para que se disuelva en pedazos,
unos en mi tierra, otros en mi historia,
el resto diseminados en la vida de los demás.

Porque no hay historia, sólo tierra,
amasijo oscuro de amores espurios.

El altar parroquial está abierto,
vinos de uva clara, oráculos rituales,
abrazos, genuflexiones,
la razón sórdida en el eco de las piedras,
de los cardos, de las sementeras
de odios y pasiones, de verdades antiguas.

Este joven que declina el saludo ¿eres tú?

No hay edades, sólo murciélagos
abriendo el atardecer sobre la tapia del cementerio
que no era para ti.

Ese pater, vestido de sotana negra ¿eres tú?

No hay razones, sólo fantasmas disueltos
en la neblina de tu historia,
que te han contado pero que no has vivido,
ahora enterrada en ese cementerio que no era para ti.

Hay casas blancas de balcones cerrados,
ecos moriscos que resuenan en las tapias,
alcaparras en los arcenes, cardos en las laderas.
sequedad en el abrevadero de la plaza,
absoluto silencio que te asfixia y anula,
y no recuerdas nada, porque ya es tarde
para recomponer las grietas que sirven para avistar tu historia,
porque no está contada, sino enterrada en ese cementerio
que no era para ti.

¿Quién me robó la historia,
dónde están los amigos que tenía que haber conocido,
las niñas de trenzas morenas que tenía que haber amado,
las canciones del hogar que nunca habría olvidado?

Sólo puedo sumar silencios y sentir angustia,
porque la vida que te han contado, mi vida,
no se puede sustanciar en esta tierra,
que el viento, el agua y el tiempo han convertido en barro.



22 comentarios:

Juanjo Almeda dijo...

Fernando, amigo poeta, he aquí sin duda para mí un grandísimo poema. Algo desgarrador, y que no deja de ser muy emotivo de lo que es bello. Me gusta mucho cómo hablas de la tierra y todo lo que ésta puede guardar. Ese zumo ácido, del fruto del sur que llevas en la sangre. Me gusta también cuando dices que no hay historia, sólo tierra. En realidad, me gusta todo.
Dices que esa tierra se ha convertido en barro, creo que con ese barro, has modelado una gran pieza de tu vida, con tu pensamiento. Un abrazo

Fernando dijo...

Juanjo, amigo, poeta, no pensé que te gustaría este poema. Es tan triste, y6an desgarrador, es repudiar todo el sufrimiento habido por no yener la hsitoria que debería habee tenido. El exilio por razones económicas, el abandono de mi pueblo por razones no contadas. Terrible, ¿no es cierto? Habrá que seguir pensando con esperanza. Gracias otra vez y un fuerte abrazp,

Marisa dijo...

Querido Fernando nadie quiere
abandonar su tierra si no es necesario, pero se lleva dentro del alma y siempre deseamos volver a ella.
Has hecho un sentido poema.

Un gran abrazo

Fernando dijo...

Gracias, Marisa, amiga. Lo peor es cuando te sacan de tu tierra hasta antes de nacer. Un abrazo fuerte, Marisa.

Marcos Callau dijo...

Bueno, es maravilloso Fernand. Me he quedado sin palabras para este homenaje a tu tierra y a mucho más que eso me temo. Está lleno de sentimiento y de reflexión pero, sobretodo, está lleno de belleza. Cuando te leo un poema como éste me parece estar leyendo a los grandes clásicos. Enhorabuena maestro.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Muy duro el poema: Se siente, desgarrador, el grito de la añoranza de un lugar que te reclama por ser de los suyos.
Me encanta tu manera de decirlo. Un abrazo

José María Alloza dijo...

Amigo Fernando, a mi me parece un poema de antología. Es verdad triste y desgarrador, pero bello a más no poder.
Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Marcos, amigo y poeta, gracias por tu comentario. Sí, hay mucha historia reflejada en mi poema. Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Juan, amigo, la llamada de nuestra tierra es dolorosa. Un abrazo.

Fernando dijo...

José María, amigo, es doloroso este poema, claro, porque hay mucho fondo detrás de lo que escribo,oculto mucha niebla , tan lejana... Un fuerte abraqzo.

Juanjo Almeda dijo...

Cierto, Fernando, cuando digo: "que me gusta", por supuesto me refiero a la forma de decirlo todo; a lo poético, no a su trasfondo. Abrazos

© José A. Socorro-Noray dijo...

¿Acaso tenga que ser siempre la tristeza y la desolación, el desgarro del alma contrita, la belleza más excelsa en la poesía? Leyéndote a ti en este poema no tengo la menor duda. Destilas, palabra a palabra y verso a verso, el verdadero perfume de la poesía. ¿Cómo no ungirnos con él?


Es un placer y un auténtico lujo poder leerte.



Un fuerte abrazo.

Fernando dijo...

Admirado poeta y amigo Noray, muchas gracias por tu inestimable comentario. Ya me gustaría a mí lograr lo que tú expresas en tu comentario. Un abrazo ab imo pectore.

Ángeles Hernández dijo...

¿Cuál es mi tierra?.

¿El lugar donde me nacieron, donde di mis primeros pasos de infancia, de adolescencia?
¿El sitio en el que he pasado la mayor parte de mis tiempos de adulto, donde he producido hijos, obras, amigos?
¿Soy de donde nací o de donde pací?.

Yo soy de todas partes, allí donde he sentido y amado es mi pueblo y también el lugar que he visitado y me ha hablado, pero...

Son los primeros años los que marcan, los que dejan una huella más profunda en nuestro cerebro, aquellos en los que pasamos del cero al casi todo, por eso, es al lugar donde transcurrió esa etapa de despertares a la que tenemos más dentro del alma.
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He regresado a mi pueblo después de 36 años. Llevo aquí seis meses y aunque no me siento en casa pues nada es igual, cada día hay un detalle -el habla, un rincón, un olor, la forma de las nubes- que me retrotrae a tiempos supuestamente olvidados pero que siguen en mí.
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Gracias Fernando, da para mucho tu hermoso poema, que como siempre no sólo muestra belleza en las palabras sino que nos conduce a territorios interiores profundos y densos.

Un abrazo Á.

Fernando dijo...

Gracias, Angeles, amiga, por tu profundo comentario. Hay, efectivamente, terribles dudas para definir nuestra tierra, nuestro nacimiento, nuestras raíces. Quizás en mi poema no he querido utilizar un lenaguaje cercano, como Angel González, sino utilizar una expresión más críptica, apenas inteligible para mis antepasados, y menos para mis próximos, porque hablo de cosas realmente pasadas, dolorosas, ahora lejanas pero siempre en mi presencia. Gracias otra vez por tu buen comentario. Un fuerte abrazo.

Jorge Encinas Martínez dijo...

Tu poema es para quedarse a vivir en él: empieza hablando de la tierra y acaba hablando de la vida, con todo su sentimiento y su padecer, sus bellezas y sus durezas.

Y estaba disfrutándolo plenamente cuando me rompiste todos los esquemas con una frase:
"porque no hay historia, sólo tierra,/amasijo oscuro de amores espurios". Cómo resumir la vida en tan pocas palabras.

Te saludo como el gran poeta que eres. Un abrazo

Fernando dijo...

Gracias, Jorge, querido amigo. Este poema es desgarrador para mí, porque está basado en la historia de mi vida que realmente nunca me contaron. Un fuerte abrazo.

tinta negra dijo...

Que gran homenaje..que bella tierra!°


Saludos!° maestro!°

Fernando dijo...

Gracias,tintanegra, gran lectora. Me agrada mucho qye me sigas leyendo. Un cordial saludo.

Unknown dijo...

Querido amigo y magnífico poeta: Tal vez, sea esta una de tus poesías que más impacto ha causado en mi no solo por evocar ese olor a chumberas de donde nace mi sangre, sino además por el contenido de análisis existencial que contiene, por la meditación y la evocación a que me conduce. El Viento, el Agua y siempre el Tiempo. Siempre el Tiempo.
Felicidades. Un abrazo

Fernando dijo...

Rafael, amigo y siempre poeta, gracias por ese comentario, que me ha llegado muy hondo, y es que cuando los poemas se leen despacio y se profundiza en lo que el poeta quiere decir, puede uno llegar a sentir lo mismo que él, vivir su pensamiento, a pesar de la palabra poética que, por su belleza, puede oscurecer el sentido último del poema. Creo que el Rincón de los Rechazados está consolidándose y llegará a ser la salvación de muchos poetas que deambulan por certámenes y concursos de pacotilla, sin profundizar lo que es el pensamiento poético. Sigamos en equipo para romper esos esquemas falsos que tanto perjudican a los que realmente tienen valor intelectual y calidad poética. Un abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Fernando,

He considerado que tu poema De la tierra bien merecía un trato especial, porque el poema nos rhttp://antoniomartnortiz.blogspot.com/2010/12/de-la-tierra-poema-de-fernando-jimenez.htmlemite a ambos a nuestras tierras de origen, a La Alpujarra Granadina y Almeriense, a nuestra Infancia, y a lo que en momentos de dificultad grande vivimos. Creo que has expresado todo eso de forma más que sublime y empática. Por lo que respecta a mí, tengo que agradecerte ese gesto de generosidad y de buenos sentimientos. Me ha parecido de Justicia publicar el texto como una ENTRADA independiente, con fecha 17 de Diciembre. Si accedes a él, en mi blog, podrás comprobar que lo he adornado con imágenes y colores variados, para hacer más ameno y primaveral, o, si quieres, otoñal, el texto. Puedes acceder al mismo haciendo click aquí.

Te expreso mi agradecimiento y mi gratidud, y te envío un abrazo.

Antonio