Sentados en un banco.
Sentados en un banco del paseo
dejamos que cayese la lluvia de otoño,
sintiendo sus gotas
deslizarse lentamente sobre nosotros,
arrastrando fluidos y aromas
en un ambiente de vahos y humedades.
Deseé que no volviera a salir el sol,
que sólo brillara la luz de tus ojos
y que tu aroma no se perdiera en la brisa,
convirtiéndose en gotas de perfume
que impregnasen mi piel.
Tú, la deseada,
la reflejada en el iris de mis ojos,
bella bajo la lluvia,
transmitiendo amor,
despertando ensoñaciones sobre un banco
que quizás otros,
quizás también nosotros.
habíamos imaginado.
Las hojas de los árboles descendían
a intervalos, brillantes, doradas,
y el paseo se escondía bajo el lento,
arrítmico vaivén de las hojas caídas.
Un sentimiento de ternura,
de cálido entendimiento.
se apoderó de nosotros
al contemplarnos en el silencio
del atardecer de nuestras vidas,
en el otoño de nuestro trayecto vital.
Vi de nuevo tu imagen
reflejada en el iris de mis ojos,
esta vez borrosa,
quizás por las gotas de la llovizna,
y te apreté firmemente en un abrazo.
---------------------------------------------------
35 comentarios:
recuerdo este poema...y la sensación de tibieza que me produjo al leerlo...antes como ahora.
besos*
Hola, Rayuela, otra vez el otoño y nosotros un poco más viejos. La vida transcucre inexorable, pero nuestro amor es cada día mayor, ¿verdad?. Un cálido abrazo.
Qué belleza de momento el que nos describes, cuánta ternura y sentimiento. Sólo las personas como tú pueden hacer de un momento cotidiano el mismo paraíso.
Siempre un placer leerte.
Un abrazo.
Mercedes, amiga, gracias. Realmente, seguir amando después de muchos años, es sentirse en el paraíso. Cuando es verdadero el amor, cualquier situación nos produce felididad. Un cordial saludo.
Fascinada ante tu manera y tu ternura, Fernando, y emocionada con el amor sencillo de estos versos.
Te abrazo fuerte.
Gracias, Paloma, amiga y poeta. Es muy difícil transmitir la felicidad que produce el amor entre dos personas y evitar al mismo tiempo que el resultado sea un pastiche melindroso o patético. Lo que he escrito es lo que yo he sentido. Un abrazo.
Me embriaga la ternura de estos versos, amigo mío, que me hablan, no solamente de un dulce y maduro amor, sino de la belleza del espíritu de quien los escribe.
Un fuerte abrazo, amigo.
Terly, querido amigo, otra vez gracias por leer mis poesías. Es estupendo tener amigos así. Un fuerte abrazo.
"Deseé que no volviera a salir el sol,
que sólo brillara la luz de tus ojos...
Un sentimiento de ternura,
de cálido entendimiento.
se apoderó de nosotros
al contemplarnos en el silencio
del atardecer de nuestras vidas,
en el otoño de nuestro trayecto vital"
*******************************
Disculpa que copie el texto, pero es que estas palabras me resultan tan emocionantes que quiero dejar constancia, clara y rotunda de las mismas.
La ternura, el calido entendimiento, los recuerdos compartidos... ¡quién pudiera!
Muchas gracias por poner en palabras el amor maduro que, como el vino, mejora con los años.
Un saludo Á.
Gracias, Angeles, amiga: todo se puede si se tiene amor, un amor verdadero, que se va consolidando con los años y convirtiéndose en algo tan fantástico que muchos jóvenes deberían conocer y así continuar progresando durante sus vidas en ese amor. La ayuda a los jóvenes en este tema es muy sencillo, basta con darles ejemplo. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu emocionante comentario.
Emocionante poema, amigo Fernando; de los que de verdad emocionan a quien lo lee detenida y detalladamente.
Un fuerte abrazo y mi deseo de que sigáis bien.
Emilio, querido amigo, me emociono cada vez que sé algo de ti. ¿Cómo estás?. No estoy ahora en condiciones físicas para ir a verte a tu tierra, pero te prometo que, en cuanto esté bien nos vamos Peque y yo a visitarte. Un fuerte abrazo.
No se transmitir, escribir, la emoción que me transmite este poema…
Es un momento maravilloso el que nos regalas, amigo Fernando;
el mundo es más bello con personas como tú, gracias.
Un abrazo y fuerte.
Muchas gracias, José María, amigo y admirado poeta, por tu comentario. ¿Me lo traduces al francés? Un fuerte abrazo.
Precioso poema de amor amigo.
De veras te digo que me dás envidia sana. El paso del tiempo une cuando se sabe alimentar el amor.
Que dulzura:
"y te aprete firmemente en un abrazo"
Mi felicitación amigo
Victoriana, amiga, muchas gracias por tu comentario. Sí, el amor hay que alimentarlo en cada momento, en cada detalle. No se trata de hacer grandes declaraciones de amor eterno, se trata de querer a la otra persona de verdad, en todas las ocasiones, y aceptar los fallos recíprocos con honestidad y voluntad de mejora. Un abrazo.
Sencillamente emocionante, amigo Fernando: ver una pareja de enamorados de cierta edad siempre me produjo admiración y ganas de lograrlo. Pero si tú lo describes tan bien, con tanta ternura y tantísimo amor, suena todavía mucho mejor.
Un fuerte abrazo (tenía tu blog un poco abandonado: me absorbe el trabajo y una racha de escritura "me ataca"; sin embargo prometo volver, no por obligación, sino por devoción)
Muchas gracias, Jorge, amigo. Tu comentario te lo agradezco de veras, pero no te preocupes, trabaja, escribe y tendremos todo el tiempo del mundo para leernos, comentarnos y escribir. Un fuerte abrazo.
Nos podemos en tarea de traducción…:-)
Un abrazo.
Gracias, José María, estoy seguro de que esta poesía en francés, traducida por ti, será inmensa. Un fuerte abrazo.
De un otoño real a otro vital pero con el amor, siempre en primavera. Éste es el romanticismo qiue nunca pasa de moda, el que me gusta leer. Las sensaciones que aportas al lector son innumerables, como los recuerdos que pasan por nuestras mentes al revivir esos días en los que tampoco hemos querido ver el sol, sólo el brillo en lo ojos de nuestra amada. Me vuelvo a quitar el sombrero ante ti, Fernando.
Marcos, amigo, gracias por tus elogios. Se trata nada más de reflejar en mi poesía mi situación amorosa con mi mujer a nuestros años, que ya son demasiados. Te puedo asegurar que todo lo que escribo en esta poesía es la realidad de nuestra vida. Un fuerte abrazo.
Hola, Fernando:
Inmortal momento retratado con toda la ternura de un amor otoñal que siempre ha vivido en primavera.
Ojalá ese sol brille por siempre.
Abrazos.
Gracias Rafael, amigo. Me gusta tu comentario, porque sé que tú eres de esa raza de hombres buenos y leales, que aman a la familia y tienen un proyecto de vida honesto. Por eso te tiendo mi mano y estrecho la tuya.
Me has contagiado ese sentimiento de ternura que emana de la foto y de tus versos.
Un abrazo
Tú también, Juan, amigo, eres de los que pueden sentarse en ese banco y amar con toda esa sensibilidad y lealtad. Un fuerte abrazo.
Querido Fernando, qué bonito sentimiento dicho en poesía.
"El atardecer de nuestras vidas..."; qué bello.
Cuídate, un abrazo.
Un abrazo, Juanjo, amigo y poeta.
Queridísimo Fernando:
Tu poema se ha esfumado dejando un enigmático espacio en blanco bajo la fotografía.
¿Eres tú el gallardo jovenzuelo que está con Gerardo Diego? Menuda altura tienes, amigo. Durante años me senté en la tertulia del Gijón junto al maestro y, pese a su avanzada edad, era bastante alto.
No siempre escribo de mi experiencia personal. El poeta, al que nada humano debe serle ajeno, tú lo sabes mejor que nadie, no sólo se duele con los propios dolores.
Te quiero tanto como te admiro y te respeto. Elvira
Amigo Fernando,
Has puesto en tu blog letra blanca y fondo blanco, de forma que sólo se puede leer si se selecciona. A ver si lo arreglas. Conseguí leer el poema sobre Argos, el perro de Ulises, pero veo que ahora ha desaparecido. Te dejo aquí el comentario que te había preparado.
Amigo Fernando,
Este poema sobre Argos, el perro de Ulises, que nos remite a la ODISEA de Homero, es precioso. Yo tampoco sé cuál es el autor. La única referencia que he encontrado es su publicación en un blog el 28 de Junio de 2007, que puedes consultar pinchando aquí.
Llevo algún tiempo sin hacer comentarios en tu blog, aunque te sigo y te leo habitualmente. Admiro tu poesía y tu sensibilidad.
Te envío un gran abrazo, amigo Fernando.
Antonio
Fernando:
Imposible leer tu poema. No está o, al menos, yo no veo nada.
Abrazotes.
Querida amiga Elvira daudet. Sí.era yo el gllardo jovenzuelo al que apadrinó Gerardo. El padre de mi mujer, Peque, había fallecido recientemente y Gerardo se ofreció a ser el padrino en su nombre. Luego nos acogió unos días en su casa de Sentaraille, donde tuve la oportunidad de escucharle hablar en la familiaridad del momento. Se portó muy bien con nosotros siempre. La última vez que estuve con él fué en sus bodas de oro en su casa de Pozuelo. La última frase que me dirigió fué, apuntándome con el dedo, "Tienes la estampa de un torero antiguo"
Jesús, ya lo arreglè. Es conocido que soy un desastre en el manejo del blog y pido perdón. Un abrazote.
es tan dulce tan sublime tan tuyo tan propio.tan bello es el amor cuando sus los siempre esta presente!°
Saludos!°
Gracias, Tintanegra. Tu comentario es reconfortante, por creer en el verdadero amor. Un saludo muy cordial.
Publicar un comentario